La cebolla era ya uno de los alimentos de los primeros habitantes de la tierra. Su origen se sitúa en Asia, posiblemente entre Irán y Pakistán. En Egipto era conocida hacía el 3500 a.C.. Las cebollas egipcias eran verdes y largas, solían estar representadas siempre en las mesas de ofrendas y después en los jeroglíficos. Tanto los griegos, como los romanos utilizaban esta hortaliza para alimentar a las tropas con la creencia firme de que otorgaba fuerza para luchar en las batallas. La cebolla se siembra entre enero y agosto, el clima debe ser templado. Tiene muchas utilizaciones pero posiblemente la más popular es en la cocina, el único contratiempo es que al cortarla es casi inevitable llorar por el picor de ojos que origina, uno de los trucos que aconsejan para no ponerse a lagrimear es colocarse unas gafas de piscina cuando la vayas a cortar y si no da resultado al menos te reirás por la pinta tan divertida que tendrás.
* Contra el cáncer
Dicen que cada cebolla que tomamos nos añade un día de vida. Posee fenólicos y flavonoides, fotoquímicos que se encuentran en algunas frutas y vegetales, en concreto en la cebolla. Estas inhiben la producción de sustancias dañinas y destruyen los radicales libres que atacan a las células, reduciendo el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer.
* Cicatriza heridas
Cuando pelas una cebolla quitándole sus capas, verás una telilla fina que se encuentra entre cada una de esas pieles. Coloca esa especie de tejido finito sobre la herida directamente y comprobarás como cura más rápido y además verás que ayuda a cicatrizar.
* Previene trombosis
Favorece la circulación sanguínea al poseer grandes cantidades de quercetina. Al mejorar el riego previene la trombosis y el envejecimiento de las arterias y también de las venas por su contenido en Sílice. Reduce el colesterol y aumenta la capacidad de poder disolver cualquier posible coágulo que pueda aparecer.
* Alivia los problemas respiratorios
La cebolla es rica en vitamina A y C, ambas ayudan a resolver todo tipo de problemas respiratorios. Los aceites esenciales que posee la composición de esta hortaliza tiene efectos expectorantes, muy beneficiosos en caso de bronquitis y catarros. Para los niños y los no tan niños cuando estén resfriados y les cueste respirar por la noche, poner un plato con media cebolla cerca de su almohada y verás que bien duerme.
* Elimina líquidos
Es un potente diurético y como consecuencia evita la retención de líquidos por su aporte de potasio y su bajo contenido en sodio, limpiando también las toxinas de nuestro organismo. Una sopa de cebolla (tan popular en Francia), tiene grandes beneficios para todos aquellos que tienen problemas de próstata y de riñones. Recomiendan también para las personas que tengan este tipo de dolencias beber el caldo de cocción de cebollas a pequeños tragos durante todo el día.
Consulta siempre al médico antes de seguir cualquiera de estos consejos por si en tu caso específico no es conveniente que lo hagas.
Por Maite Matallana