Anillos de pedida de mano o de compromiso, ¡qué nervios!, el tema se pone serio. El regalo de esta sortija es un momento cargado de emoción para la futura novia.
Algunos pensaran que está anticuado, que ya no se lleva, pero dejaros de tonterías, no hay mujer que pueda resistirse a un buen pedrusco y no es por interés ni mucho menos, es simplemente la confirmación del amor de tu pareja y el sentirte como una auténtica princesa y si no que se lo pregunten a Sara Carbonero, que según dicen acaba de recibir una maravilla de anillo de manos de su enamorado Iker Casillas, coincidiendo con el 28 cumpleaños de la periodista, su novio parece que la ha sorprendido con un pedrusco de Cartier en platino y diamantes valorado en más de 3.000 euros .
La tradición de entregar un anillo de diamantes a la hora de hacer la propuesta de matrimonio se cree que comienza en 1477 cuando el Archiduque Maximiliano de Austria le regala uno a su enamorada María de Burgundy. En esos tiempos, los diamantes se utilizaban como talismanes para hacer resaltar el amor de un esposo hacia su pareja. De ahí en adelante la tradición continuó con la entrega de un anillo de diamantes de compromiso y se terminó expandiendo por el mundo entero convirtiéndose en el símbolo de sellar un compromiso entre los enamorados.
Este tipo de sortijas suele llevar un diamante en la parte central rodeado de pequeños brillantes o detallitos en platino, el conocido popularmente como “solitario”. También van entrando algunas propuestas de joyería algo más actualizadas con anillos que incorporan piedras preciosas de colores como rubís y zafiros, imitando al famoso anillo que lució Kate Middleton el día de la pedida, en tonos azules, regalo que pertenecía a Lady Di y que el Príncipe Guillermo quiso poner en manos de su entonces novia y actual esposa.
Algunas mujeres continúan usando el dorado, pero la tendencia desde hace varios años es la piedra montada en oro blanco y platino, aunque últimamente ha entrado con fuerza el oro rosa, más discreto que el amarillo, pero una auténtica joya.
Suelen llevar como hemos comentado una piedra central cuadrada, ovalada o rectangular.
Debe ponerse en el cuarto dedo de la mano izquierda, la razón es que dicho dedo lleva la vena del amor que va directamente al corazón. No nos engañemos, el amor continúa moviendo el mundo y que mejor forma de simbolizar ese gran amor que llevar siempre un pedacito de él en tu mano.
Por Maite Matallana