Ante la situación económica y social en la que nos encontramos cada vez se oye más como solución de trabajo el emprendimiento. Por ello, “Tentaciones de Mujer” ha querido hablar con Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, uno de los emprendedores de referencia en nuestro país. Es el autor del libro “Ha llegado la hora de montar tu empresa”, un éxito de ventas que nace con objeto de ayudar a todos aquellos que quieren iniciar su empresa y no saben cómo hacerlo. Ahora, además, ha publicado otro libro que está dando mucho que hablar: “Desnudando a Google”.
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña creó su primer negocio con veinte años. Inquieto y curioso, exploró con éxito territorios como la publicidad y la hostelería hasta recalar en Internet, donde está considerado como uno de los grandes emprendedores y gurús españoles. Por ello ahora le preguntamos su opinión sobre estos dos temas tan patentes en el día a día de nuestra sociedad: el emprendimiento e Internet.
-Dice que sin emprendedores no hay futuro. ¿Cómo definiría «emprendedor» hoy en día? Mucha gente lo confunde con un empresario…
-Para la Real Academia de la Lengua, emprender es acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro. Un emprendedor es una persona que está dispuesto a asumir un riesgo económico o de otra índole. El emprendedor identifica una oportunidad de negocio y organiza los recursos necesarios para ponerla en marcha. Desde el primer momento, el emprendedor empieza a delegar su éxito en el equipo de trabajo que genere alrededor de su empresa, pero su mente está ya dando vueltas a una nueva idea. Esa es la diferencia fundamental con el gerente, el día a día de la empresa.
-¿Qué ventajas cree que hay en montar una empresa en la situación en la que estamos? Apoya eso de que ¿la crisis puede ser una oportunidad?
-La crisis es una situación que nos avisa de que ha llegado el momento de hacer un cambio urgente en algo, es la hora de tomar una decisión, pero depende mucho de la actitud de la persona ante una circunstancia en particular. Quedar paralizados ante una crisis es una actitud completamente normal cuando no tenemos ni la educación, ni la preparación adecuada para responder de manera positiva ante esa dificultad. Si somos capaces de encontrar una necesidad que podemos resolver a la sociedad, no tendremos crisis, tendremos una opción.
-Mucha gente lo ve como una posibilidad inminente pero no tiene muchos recursos económicos ¿le animaría a ello?
-No es el momento de emprender por emprender, las cosas no funcionan así, lo que no podemos pensar es que todo el mundo puede emprender. Si estás en paro, tienes una hipoteca y tres hijos, quizás no sea el mejor momento. Es importante la idea del negocio, es importante la situación familiar y es importante la formación. No pensemos que los cinco millones de parados son cinco millones de emprendedores, pensemos en ayudar a los que realmente son emprendedores.
-Afirma que el español medio opta por esperar a que surja el empleo perfecto, trabajando por cuenta ajena, mientras se sume en la queja continua por no encontrar un trabajo a su medida. ¿Cree que es fácil tener una empresa propia con las ayudas y subvenciones que hay? ¿piensa que los jóvenes lo tienen fácil y basta con tener ganas e ideas?
-No, cada día es más complicado conseguir financiación y el tema de las ayudas no es realista. Sí, hay empresas de capital riesgo y fondos de inversión que pueden ayudar a los nuevos emprendedores, pero lo realmente importante es que quien crea que su negocio tiene capacidad de éxito, inicie el movimiento, que muestre que hay opción de éxito a medio plazo y en ese momento es cuándo llegará la financiación.
-También ha comentado que la figura del emprendedor en España no es igual que en otros países como los EEUU, porque los españoles tenemos un acusado miedo al fracaso. ¿A qué cree que se debe y qué piensa que le falta a España y a los jóvenes de nuestro país para salir adelante?
-Nos falta tradición, ejemplos donde apoyarnos para intentar emular su trayectoria, nos faltan mentores que queramos copiar, nos faltan universidades que fomente el emprendimiento como un trabajo seguro, nos faltan viveros de empresas que sean aceleradoras y no solo arrendatarios de espacio, nos falta fomentar la imagen positiva del empresario y nos faltan ganas de trabajar.
-¿Cuáles son las claves para usted de un buen negocio?
-La calidad del equipo que lo gestiona.
-¿Qué cree que le aportan los testimonios de Miguel Sebastián, exministro de Industria, Turismo y Comercio; del empresario Mario Conde, y del presidente de France Telecom España, Luis Alberto Salazar-Simpson en su libro?
-Los comentarios particulares de tres personalidades de este país, públicas y privadas, que entienden la necesidad de hacer crecer el tejido productivo español, pero no a lo loco, sino desde la formación y el conocimiento empresarial.
-¿Qué importancia tienen las redes sociales para usted a la hora de montar una empresa? ¿no puede ser un arma de doble filo?
En el momento en el que vivimos es importante utilizar todas las herramientas de marketing que tengamos a nuestra disposición. Es evidente que no es lo mismo montar una ferretería en el Burgo de Osma que una empresa de biotecnología dedicada a la salud infantil, las necesidades son diferentes y las inversiones distintas en el área de marketing, pero lo que es seguro es que ambas podrán sacar el mejor provecho si el equipo que las utiliza es experto y sabe como adecuar la comunicación al medio y al cliente. El problema se suele dar cuando el emprendedor opina que sabe de todo y puede ser capaz de hacerlo todo el solo, en ese momento, el castillo empieza a derrumbarse.
-Hablando de Internet , está presentando en distintas ciudades de España su último libro ‘Desnudando a Google’ ¿qué pretende mostrar con este libro “incómodo para algunos y liberador para la gran mayoría de usuarios, según afirma” ?
Es un proyecto en el que llevo pensando muchos años, y en el que he estado enfocado al 100% los últimos seis meses, apoyado en un equipo fantástico en Estados Unidos y en mis oficinas, para poder ser 110% riguroso en cada una de las palabras que he plasmado.
Es un libro muy poco amable con un actor conocido por todos, Google, una empresa peculiar y es muy posible que también lo sea este libro que acabo de terminar. Nunca he sabido, ni aun hoy sé, si es acertado hacerlo o no, ni qué consecuencias podría traerme.
La historia de Google tiene claroscuros, nadie se hace multimillonario sin dejar un reguero de humeantes cadáveres ocultos en los armarios, y eso llega a ser hasta comprensible en el mundo empresarial, pero hay otras cosas, desconocidas para el gran público que pueden no ser tan habituales y resultarán sorprendentes.
Andy Groove, Consejero Delegado de Intel, lo definió como “una empresa dopada con esteroides, con un dedo puesto en cada industria”, yo añadiría que no solo tiene puesto un dedo, realmente es una garra que aprieta hasta ahogar a grandes y pequeñas compañías.
Hablamos de una compañía, Google Ireland Holdings, con sede en las Islas Bermudas que mediante el uso de técnicas tributarias, destapadas en una investigación de la agencia Bloomberg, reconoce que solo en 2.010 han dejado de pagar 3.100 millones de dólares en impuestos en países europeos.
Recuerdo como tras comentárselo a un alto cargo del Ministerio de Industria, me debatió, y tal vez con cierta razón cuando me dijo: “tienes razón, pero aunque el sistema no sea perfecto, y evidentemente haya que hacerlo más justo y forzar a estos gigantes a cumplir nuestra legislación, ¿no crees que es mejor que tengan presencia en España, aunque sea así?”.
Yo tengo mi opinión en éste y otros asuntos oscuros de dicha empresa, que plasmo en “Google al desnudo“ basado en un estudio riguroso de miles de documentos, informes y estudios, así como entrevistas con los principales actores del negocio IT.
-¿Qué es lo más llamativo para usted de Google?
-Su capacidad de comunicación, incluso mucha gente cree que internet lo invento Google. Google es mucho más que un simple buscador o un programa de correo electrónico, es un fabuloso grupo empresarial con intereses en más de cien sectores de negocio.
-¿Ve real eso de que si una empresa no está en Internet no existe?
-No, una empresa ha de estar donde está tu público. Es evidente que un grupo de comunicación si no está en internet le quedarán pocos años de vida, quizás para una empresa productora de grano de trigo, es diferente, pero estamos viendo como muchos agricultores, desde hace años han decidido cambiar su canal de distribución y cada día tiene más peso su cuota online de pedidos, frente a la tradicional.
-¿Qué cree que es lo más ventajoso y lo menos de esta herramienta catalogada como ‘buscador’?
-Todo es ventajoso, si es transparente. El problema que intento desvelar en cada uno de los capítulos del libro es lo que Google no quiere que sepamos: cómo y con qué herramientas domina el mercado publicitario mundial, la letra pequeña que se esconde detrás de servicios como Google Books, YouTube o Street View, cómo opera de forma opaca desde paraísos fiscales, sus prácticas monopolistas contra la competencia, qué beneficios obtiene de todas las aplicaciones que ofrece de forma supuestamente gratuita o a qué acuerdos llegó con el gobierno chino para poder operar en su territorio, entre otras temáticas del gigante americano.
Busco que el lector encuentre respuestas a preguntas que para mí son importantes, como: ¿durante cuánto tiempo mantiene tus datos y qué hace con ellos?, o bien, ¿cómo pagas los servicios que, en teoría, usas gratuitamente?
-¿Cuál es su poder económico real?
-La gente no es en absolutamente consciente. Mucha gente habla de Google como de un buscador, cuando la compañía es una empresa gigantesca con intereses en todas las industrias, mucho más allá de una empresa con un producto brillante como su buscador.
El internauta no tiene conciencia de su poder, no en líneas generales. Eso tiene un factor añadido en líneas de privacidad. Primero que no somos conscientes de la información que exponemos y de la información que pueden tener de cada uno de nosotros. Y después, igual que en países como en Alemania la gente es muy celosa de la información privada, quizá en España seamos menos celosos de nuestra privacidad, no nos importa tanto compartirla como en otros países.
Su poder será tanto mayor, según siga creciendo sin control, a base de aprovechar resquicios legales que le permiten luchar en mejores condiciones que el resto de empresas de cada uno de los sectores que toca. Google no puede ser un monopolio, de la misma manera que no se le permite al resto de empresas.
-¿En qué cree que cambiará?
-En nada, somos nosotros los que debemos cambiar y nuestros políticos los que han de legislar.
-¿Cómo cree que sería ahora el mundo sin Google?
-No me lo puedo imaginar, si no hubiera sido Google, habría sido otra empresa la que habría creado las diferentes herramientas que utilizamos ahora, quizás incluso más potentes, pero seguro que en cualquier caso, no sería un mundo más seguro para los usuarios. Eso solo está en mano de los legisladores europeos, ni siquiera españoles.
Por Bárbara Fernández Saborido