Es algo habitual, casi matemático, se colocan la corbata y sobre todo si es nueva, las probabilidades de bautizarla con un lamparón de grasa son enormes. Si la mancha efectivamente es de grasa, al llegar a casa frótala con un trozo de tiza blanca, deja que actúe durante un par de horas y a continuación cepíllala suavemente, la mancha habrá desaparecido totalmente.