Los espárragos son las yemas tiernas de la esparraguera (Asparagus officinalis), un arbusto que crece espontáneamente especialmente en zonas arenosas y secas del sur de Europa, norte de África y oeste de Asia.
En donde más crecen es en las estepas rusas o polacas, constituyendo además un pasto extraordinario para el ganado. Se obtienen los espárragos blancos, mas gruesos que los silvestres o los también conocidos como trigueros. Llego hasta España de manos de los Romanos, conociéndose ya muchas de sus propiedades medicinales. A partir del siglo XVIII, se convirtió en la verdura preferida de la burguesía. Hasta el siglo XIX, sólo se consumía el espárrago verde. Es el único vegetal que crece en las orillas de las carreteras y cercano a las vías de los trenes. Hoy día los principales países productores son Italia, Francia y Alemania.
El mejor de los diuréticos
Tanto si se consume crudo, cocido o bien en zumo, el espárrago ayuda a eliminar líquidos, quizá sea por esta razón que se convierte en uno de los alimentos ideales en toda dieta. Lo que único que hay que saber es que al consumirlos, se cambiará el color de la orina, así como también su intenso olor, esto es debido a la asparagina, el componente principal de este alimento.
Previene el cáncer
El caroteno, la provitamina A y la vitamina C, son tres de los principales elementos que se encuentran en grandes cantidades en los espárragos y que son curiosamente tres defensores totales del organismo frente a cualquier tipo de cáncer. No olvides incluir este alimento básico para la salud en tu dieta habitual.
Zumo de efecto laxante
Tomado el espárrago licuado, en forma de zumo, consigue unos estupendos efectos laxantes y además de manera suave. Es recomendable en personas con estreñimiento pero puntual, para los que lo padezcan de tipo crónico, no notarán mucho sus beneficios. Atención no conviene tomar más de un vasito de zumo al día.
Deja el hígado impecable
Podríamos decir que es el limpiador más eficaz del hígado. Rico en vitamina A, B1 y B2, magnesio, calcio y fósforo, los espárragos actúan haciendo un efecto drenaje en el hígado. Al ejercer esta limpieza, se consigue también que nuestros riñones trabajen mejor.
Conductos urinarios sin suciedad
La ingestión de espárragos aumenta la orina, de esta manera se ayuda a eliminar y limpiar todo lo que encuentra a su paso, a través de los conductos urinarios. Además si has cogido frío y sientes molestias de tipo cistitis, el espárrago te resultará muy beneficioso para hacer una buena cura, sobre todo al conseguir unos efectos eficaces y bastante rápidos.
Arterias en perfecto estado
Para las personas que padezcan de tensión alta, los denominados hipertensos, los espárragos son estupendos. Coloca a hervir en agua unos cuatro espárragos frescos, cuando el líquido reduzca a la mitad, bebe dos vasos. Puedes repetir esta operación unas dos veces al día y de esta manera evitarás el endurecimiento de las arterias. Conviene recordar que es mejor tomarlos frescos, si se toman envasados aumenta su contenido en sal, nada beneficioso para la tensión.
LA DIETA DEL ESPÁRRAGO
Almuerzo/Cena
Se puede elegir entre estas alternativas:
– Un plato de unos 500 gramos de espárragos, acompañando el plato con un trozo de pollo, condimentados con ajo y perejil. Para postre un yogur descremado.
– Una tostada con espárragos, aderezada con perejil, quesillo y yogur descremado para terminar.
– Ensalada con unos 300 gramos de espárragos, a la que añadimos zanahoria rallada y pepino. Y el yogur de postre.
Estos ejemplos los puedes variar en comida y cena. Se aconseja hacerlo sólo durante una semana. Los desayunos deben ser de café o te con leche descremada, a la que puedes acompañar de pan integral, con un poco de queso descremado, y jamón.
Consulta siempre al médico antes de seguir cualquiera de estos consejos por si en tu caso específico no es conveniente que lo hagas.
Por Maite Matallana