El pintor estadounidense Edward Hopper, fue uno de los principales representantes del realismo del siglo XX.
Como la mayoría de los “genios”, no recibió ni la atención, ni la crítica, ni el empujón del público que necesitaba, de ahí que se ganara la vida como ilustrador para poder vivir. Sin embargo y como suele ocurrir, en la actualidad la obra de Hopper se ha convertido en un icono de la sociedad moderna. Aunque llegó a tocar la fama durante los últimos años, fue verdaderamente reconocido como uno de los grandes maestros del arte del siglo XX, después de su muerte.
Ahora el Museo Thyssen alberga 73 obras del artista norteamericano, pinturas, dibujos, grabados y acuarelas, se exponen junto a piezas de otros artistas como Félix Valloton, Walter Sicket, Abert Marquet o Edgar Degas.
La muestra se podrá contemplar hasta el próximo 16 de septiembre, en ella se puede ver claramente la evolución del artista dividida en dos grandes partes. La primera que arranca con su paso por el estudio de Robert Hernri en la New York School of Art y que recorre toda la formación del artista, con obras entre 1900 a 1924. Y una segunda parte de madurez que repasa su trayectoria artística, destacando los motivos y asuntos recurrentes de su trabajo.
Hopper retrata como nadie la cara moderna de la sociedad de su país, pero sin idealizarla, mostrando la realidad de una manera sencilla, sin adornos. En la exposición se pueden ver ahora obras que han venido desde el MOMA y el Metropolitan Museum de Nueva York y también de Boston. El Museum of American Art de Nueva York, ha cedido 14 de las obras del legado de Josephine N. Hopper, esposa del pintor. Posteriormente la muestra viajará a París donde el público francés podrá disfrutar de ella.
Museo Thyssen-Bornemisza
Hopper
Del 12 de junio al 16 de septiembre de 2012
Paseo del Prado 8, 28014 (Madrid)