Guarda tus recuerdos del verano en un DIARIO DE VIAJE

En verano disponemos de más tiempo libre para viajar y disfrutar de actividades que el resto del año tenemos olvidadas. Seguro que ya tienes la agenda repleta de planes interesantes para las próximas semanas y es más que probable que vivas emociones y aventuras irrepetibles. Una buena forma de conservar estos momentos siempre en la memoria es anotar todo lo que te vaya sucediendo en un diario. PAPERBLANKS ha creado una preciosa colección de diarios de viaje en la que podrás escribir, pegar fotografías, entradas a museos, billetes de avión, de tranvía o autobús… En definitiva, plasmar todo lo que ocurra durante tu escapada para poder rememorarla después, cuando vuelvas a tu vida cotidiana y quieras escapar de la rutina.

Paperblanks ha creado un regalo perfecto para los más viajeros: su Diario de Viaje o Trip Diary, un libro en blanco en el que poder escribir las experiencias vividas durante las vacaciones de verano o durante un viaje a cualquier parte del mundo. En él se puede guardar todo tipo de recuerdos: desde fotografías, hasta entradas de museo, recuerdos curiosos, lugares con encante para visitar, rincones imprescindibles e incluso puede servir para elaborar una guía o itinerario de viaje.

La colección se denomina “Seda Francesa”, ya que está inspirada en este delicado material, suave y opulento, que llegó a Europa desde China por “La ruta de la Seda”. Paperblanks ha querido recrear en las cubiertas de esta colección la gran calidad de este tejido para recrear la luminosidad y la apariencia de las sedas clásicas.

Estos preciosos diarios de Viaje están disponibles en diferentes colores (que van desde el verde hasta el rojo, pasando por el violeta y el azul) y en varios formatos:

• Formato Delgado, que facilita su transporte y se puede guardar en cualquier lado.

• Formato Midi, para aquellos que quieran dedicar más espacio a sus experiencias

• Formato Mini y Micro, para poder llevar cómodamente en el bolsillo.

Más información en www.paperblanks.com

Por Esther Valero