En la región francófona de Suiza, se encuentra Lausana, la capital del Cantón de Vaud. Es la quinta ciudad más grande del país y el principal centro económico después de Ginebra.
Un auténtico rincón bellísimo y cosmopolita, a tan sólo dos horas por carretera de la frontera con Francia. Está construida en diferentes niveles, sobre un grupo de rocas que pertenecen a la cordillera de los Alpes.
En Lausana además se encuentra la sede del Comité Olímpico Internacional (COI) y de varias federaciones internacionales de deporte, tenis de mesa, esgrima, natación, tiro con arco y el remo.
La ciudad es un importante eje ferroviario con una línea de Berna a Ginebra y un enlace directo con París. Al pertenecer al cantón suizo, la lengua que se habla es el francés y pocos de sus habitantes responden al inglés.
En los días claros se pueden ver los Alpes en la lejanía, un maravilloso paisaje.
Sin duda es una de las ciudades más elegantes de Suiza, sobre todo por su maravillosa ubicación.
Pero si tu destino es Ginebra, no olvides que Lausana puede ser un estupenda excursión de un día, puedes hacerla en un tren rápido, no demasiado caro y la podrás recorrer a pie de manera sencilla te bastará con una mañana o una tarde, pero merece mucho la pena.
HISTORIA…
Fue en su día capital intelectual y atrajo a pensadores como Rousseau y Voltaire. Hoy se ha convertido en el paraíso de los aficionados al esquí acuático, la natación y la navegación.
La principal historia de la ciudad se refleja en su catedral medieval y los museos del palacio de Rumine y Ouchy, el puerto donde el escritor Lord Byron escribió “El prisionero de Chillón”.
Echando la vista atrás se tiene constancia de un asentamiento humano en el cuarto milenio antes de Cristo. Los romanos construyeron un campamento militar al que llamaron Lousonna en el sitio de un antiguo pueblo celta y que hoy se encuentra en el suburbio de Vidy. En el siglo VII Lausana fue designada sede obispal.
CALLEJEAR Y VER…
Sus calles empinadas son su principal característica. Un desfiladero atraviesa el centro por lo que tuvieron que tender puentes de un barrio a otro. Escaleras cubiertas que conducen hasta su catedral y un pequeño tren que conecta la estación con la ribera del Lago Leman. Enormes avenidas llenas de comercios, con tiendas y curiosidades de todo tipo.
Posee tres grandes teatros: el Teatro de la Ciudad (Théâtre de la Ville), el Teatro Beaulieu y el Teatro Vidy-Lausana.
Pero también tienen mucha importancia sus museos, el Museo cantonal de Artes, el Museo cantonal de Arqueología e Historia, el Museo del Elíseo, el Museo Olímpico.
Su Catedral protestante Nuestra Señora de Lausana, posee un portal pintado entre 1230 y 1235, uno de los edificios más bellos de estilo gótico de Suiza.
El Castillo de Ouchy, medieval situado a orillas del lago.
Castillo de Santa María, sede del gobierno cantonal, la Plaza de la Palud, con un hermoso reloj antiguo en el que cada hora salen las figuritas que nos cuentan su historia.
CENTRO HISTÓRICO…
La ciudad tiene dos partes muy diferenciadas, por un lado, en la parte más alta de la ciudad, aparece un centro antiguo con callejuelas empinadas y un ambiente tradicional que se ve coronado con su Catedral del siglo XIII, que es la más grande de Suiza y el Castillo. Su nave central no tiene la altura de las grandes catedrales europeas, pero es muy agradable con sus fantásticas vidrieras y su altar mayor.
Subiendo un poco más encontramos el Castillo de Santa María, con torreones redondos y sus tejados rojos que acaban en pico.
Y una vez en lo alto, podemos bajar a otras zonas más nuevas, con casas y calles más modernas, zonas peatonales, con el tráfico rodado restringido casi siempre en cuesta y con una enorme actividad comercial.
A ORILLAS DEL LAGO…
En la parte sur de la ciudad bajando sus cuestas llegarás a la orilla del Lago Leman, donde encontrarás varios puntos imprescindibles de ver como la zona del Embarcadero en Ouchy y el Museo Olímpico.
Podrás embarcar haciendo alguna excursión hacía otras ciudades de la orilla sur del Lago, disfrutando de sus vistas y su fantástico paisaje.
A unos 500 metros podrás visitar el Museo Olímpico sin tener que pagar y podrás ver las estatuas donadas por los diversos Comités Olímpicos nacionales y un pebetero con el fuego olímpico, para posteriormente acceder a su interior, eso sí, quizá no te entusiasme demasiado si no eres muy amante del deporte.
ALOJARSE…
Hotel Chateau d’Ouchy, construido en 1889 y restaurado en el 2000, tiene un edificio de cuatro plantas, con un total de 33 habitaciones y seis suites. El hotel se encuentra a orillas del Lago Leman. La cocina es muy curiosa y recuerda un barco de lujo. Un bar elegante y un Hamman para relajarse en un elegante wellness.
Maite Matallana