De toda la amplia variedad de aceites que existen, el de oliva es sin duda el que más alto está, podríamos decir que es el ganador de la medalla de oro entre los aceites, por beneficios más que comprobados. Pero aunque esté sea la estrella existen otros que se encargan también de enriquecer nuestra alimentación y que al mismo tiempo nos apartan más beneficios cardioprotectores, aceites que protegen el corazón.
Aceite de Sésamo, delicioso y aromático, no necesita ningún refinado, quizá por contener un antioxidante natural, el sesamol, que le hace resistente a la oxidación. Una de sus mejores cualidades está en su acción suavizante sobre la mucosa digestiva, posee efectos antidiarreicos y propiedades protectoras del sistema nervioso, posiblemente por su gran riqueza en magnesio y zinc.
Aceite de Lino, de fuerte sabor es un remedio muy potente para bajar los niveles de colesterol y fortalecer nuestro sistema cardiovascular, por sus ácidos omega 3 y 6. Además resulta una manera suave para tratar el estreñimiento. Sólo es necesario una cucharada en ayunas para casi notar de inmediato sus beneficios.
Aceite de Calabaza, debe tomarse únicamente en crudo, de esta manera además se consiguen mejores beneficios. Quizá lo mejor son sus efectos antiinflamatorios, sobre todo para problemas de vejiga y de próstata, posiblemente por su riqueza cucurbitacina. Es diurético, desinfectante y remineralizante, además resulta extraordinario para deshacerse de cualquier tipo de parásitos intestinales.
Aceite de Soja, este aceite, al igual que el de lino deben guardarse en la nevera una vez abiertos, al no estar refinados. Es ligero y suave y tiene entre sus mejores propiedades la combinación de grandes cantidades de vitamina E y A.
Aceite de Cáñamo, tiene un sabor muy especial y grandes propiedades. Obtenido en frío es especialmente rico para usarlo en crudo. Si hubiera que destacar una de sus cualidades sería la de sus muchos beneficios para tener una estupenda digestión. Su buena combinación de ácidos grasos esenciales, con un 90% de ácidos grasos poliinsaturados. Es muy beneficioso contra las enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Por Maite Matallana