Los olores y sabores son una parte muy importante de la Navidad, ricos productos que endulzan nuestro paladar y que están fabricados de manera artesanal. Son los conocidos como dulces conventuales, preparados en monasterios y conventos con siglos de antigüedad. En ellos monjas y monjes intentan cada día satisfacer al público, siendo cada año superior la demanda de estos productos. Además al comprarlos se contribuye a la ayuda y mantenimiento de estos fantásticos edificios con muchos años a sus espaldas.
En la mayoría de ellos su congregación es de clausura por lo que cuando acudamos a comprar los maravillosos dulces, lo haremos sin verlas, a través de un torno, donde se depositan los turrones, los mantecados y los mazapanes.
Agustinas, clarisas, carmelitas descalzas, trinitarias, cistercienses, jerónimas o monjes trapenses que ahora además nos brindan la posibilidad de comprar sus productos en internet, en el primer torno online, www.declausura.com. Aunque lo que realmente merece la pena es hacer la escapada, visitar el convento y alrededores y volverse a casa con unas cuantas exquisiteces.
A continuación te mostramos una pequeña selección de los muchísimos conventos y monasterios donde podrás adquirir los sabrosos placeres. No ha sido fácil y tan sólo son una pequeñísima pincelada.
Las Clarisas de Santa María de Jesús en Ávila
En la calle de la Luna, n.3 está el convento detrás de Santo Tomás. Comprar allí dulces es una experiencia única. Sus pastas son excepcionales, hechas con materiales totalmente naturales por las mismas monjas. Desde hace 22 años se vuelcan preparando turrón de yema tostada, de chocolate al whisky, de chocolate con piñones y pasas y muchas delicias más. Una comunidad de 18 religiosas que con sus manos y productos frescos dan forma y riquísimo sabor a los dulces. Son famosas por sus ricos roscones de reyes, el día 5 de enero aquello es una auténtica locura. (foto de la portada)
San Clemente en Toledo
Cuenta la leyenda que en este convento se elaboró el primer mazapán de toledano, por las monjas del convento en la época en que los árabes habían asediado la ciudad, a principios del siglo XIII, el hambre llegó al pueblo y las religiosas recurrieron a su despensa para intentar aliviar las necesidades del pueblo, como lo único que había almacenado era almendras y azúcar, con estos dos alimentos hicieron una masa y después de su cocción consiguieron un “pan de maza”. Hoy en día lo elaboran las monjas de clausura de la orden cisterciense de San Bernardo. Lo encontrarás en la calle San Clemente s/n.
Monasterio del Corpus Christi (Madrid)
Es la congregación de las Jerónimas, llamadas “Las Carboneras”, por un cuadro de la Inmaculada encontrado en una carbonería. Un convento precioso situado en pleno centro de Madrid, en la calle Plaza Conde de Miranda, 3, el corazón de los Austrias.
Para entrar al interior del templo una portada barroca, con un relieve que representa a San Jerónimo y Santa Paula adorando al Santísimo Sacramento, es una obra de la escuela de los Leoni. En su interior una sola nave con bóveda de medio cañón.
El olor a rosquillas de anís que desprende el convento, algo maravilloso para aprovechar y después de disfrutar de sus maravillosas imágenes en el interior, comprar unos riquísimos dulces a las monjitas.
Inmaculada Concepción en Loeches (Madrid)
Sus monjitas son Dominicas Predicadoras. El Monasterio está declarado Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1982. Fue fundado por el Conde Duque de Olivares en 1640. Desde entonces ha albergado el panteón familiar de los descendientes del Conde Duque de Olivares, hoy día la duquesa de Alba y su familia. Allí elaboran exquisitas pastas y dulces con recetas madrileñas, especializadas en almendrados, amarguillos, bocaditos de ángel y marquesitas. Plaza Duquesa de Alba, 2
Monasterio de la Inmaculada Concepción (Chinchón)
Las Clarisas elaboran mantecados nevados, turrón de praliné de almendra y pasta de almendra con masa de mazapán. También se pueden adquirir rosquillas fritas y soplillos. El monasterio fue fundado por los primeros condes de Chinchón, los marqueses de Moya. La obra finalizó en el primer cuarto de siglo XVII. Está situado a las afueras de la villa en la calle de los Huertos.
La Purísima Concepción de Marchena
Situado justo al lado de la iglesia de Santa María de la Mota en la zona monumental de la Villa de Marchena, provincia de Sevilla. Son monjas franciscanas clarisas, el convento esta en Casas del Palacio Ducal, lugar que fundaron los Duques de Arcos en 1623, que la usaban como capilla particular. Los dulces se adquieren a través del torno y lo más típico son las frutas de almendra, a base de azúcar, huevo y almendras. Además de cocadas, mostachones de almendra y roscos de huevo.
Santa Isabel La Real en Granada
En el mismo Albahyzin, lo mandó construir Isabel II. En el centro de su puerta hay un escudo con un águila que representa a los reyes católicos. A la reina le gustaba el arte gótico, sus arcos terminan en punta de flecha. Allí viven monjas de clausura que hacen dulces y se comunican por su torno. Las hermanas son Franciscanas Clarisas y preparan castañas de mazapán, hojaldrinas, cocos, y pastas de turrón.
Por Maite Matallana