La uva se utiliza en muchos productos cosméticos sobre todo por sus muchas propiedades antioxidantes debido a sus conocidos polifenoles. Estos individuos son los encargados de la elastina y de las fibras de colágeno, ambas ayudan de manera muy importante a mantener la firmeza y la elasticidad de la piel. Pero ojo: a su alto nivel calórico si se ingieren. Aunque hoy los consejos son exclusivamente a nivel externo.
1. Peeling para el rostro (limpieza a fondo)
Ingredientes:
- Un racimo de uvas
- Una cucharadita de aceite de almendras
Pasos para la elaboración: Prepara una mascarilla batiendo el racimo de uvas. Una vez batido, mezcla con una cucharadita de aceite de almendras. Luego, aplica sobre el rostro y deja en reposo 20 minutos. Retira de tu rostro con agua tibia.
2. Masaje con zumo de uva (calma la piel)
Necesitamos:
- Zumo de uva o mosto
- Aceite de semillas de uva o aceite de oliva virgen
Paso a paso para realizar el masaje facial: Con ayuda de una licuadora consigue el zumo de un racimo de uvas. Puedes sustituirlo por mosto embotellado. Añade unas gotitas de aceite de semillas de uva. (Pregunta en herbolarios). Una vez mezclado, masajea tu rostro con el líquido durante al menos 3 minutos. Deja reposar 10 minutos. Por último retira con agua tibia.
3. Mascarilla anti-arrugas.
Corta las uvas por la mitad y frota suavemente con la pulpa rostro y cuello incidiendo en las zonas delicadas más expuestas al envejecimiento como frente, ojos, contorno de boca o cuello. Después, déjalas reposar sobre la piel en los puntos clave del rostro aplastadas sobre la piel del rostro y déjalas actuar durante 20 minutos.
4. Contorno de ojos.
La piel del contorno de los ojos es muy delicada, para evitar la aparición las temidas «patas de gallo» elabora una crema de noche natural mezclando la pulpa de dos uvas verdes sin pepitas y el contenido de 2 cápsulas de vitamina E (los encontrarás en farmacias o parafarmacias). Deja actuar toda la noche y a la mañana siguiente limpia el rostro con agua tibia.
5. Mascarilla nutritiva de uvas.
Con medio yogurt natural fresco, recién sacado de la nevera y una docena de uvas blancas haremos una cura especial para nutrir en unos minutos.
Se baten las uvas y el yogurt hasta conseguir una crema. Se aplica sobre el rostro y se deja actuar durante diez o quince minutos. Luego se retira con agua tibia. El resultado: una piel más suave, clara e hidratada. Se puede repetir cuantas veces se quiera para reforzar la barrera cutánea y así prevenir la deshidratación.