Silvia Abascal, ha escrito “Todo un viaje”, donde quiere hacer partícipe a todos de lo que le ocurrió cuando sufrió el ictus y de la manera en la que se ha enfrentado a ello para poder sobrellevarlo y superarlo de la mejor manera posible.
Un libro testimonio escrito en primera persona en el que la actriz desnuda su corazón, como cuando dijo: “¿Por qué a mí?”, a los médicos cuando le comunicaron el diagnóstico.
El relato comienza en el momento exacto en el que ocurrieron los hechos, la tarde del 2 de abril de 2011, momentos antes de clausurar el Festival de Málaga y donde ella formaba parte del jurado, en este instante una malformación congénita le provocó un derrame cerebral.
“Todo un viaje”, es un libro optimista y escrito con bastante sinceridad, pero también con mucho buen humor.
“El humor ha sido un necesario compañero de viaje. Aunque el tema sea complejo, a veces, puede ser muy liberador reírse de las torpezas de uno, que las situaciones que nos plantea la vida.”
Su fuerza y tesón en conseguir recuperarse han sido sin duda lo más importante, los daños cerebrales sufridos, no las han cambiado, quizá la han reforzado en su firme compromiso por volver a ser la que era.
Por supuesto Silvia no ha conseguido este largo camino sola, ha contado con la ayuda de su pareja, Rubén Martín, su familia y dos buenos ángeles de la guarda como ella misma les ha bautizado en alguna entrevista: la actriz Verónica Forqué y su representante.
Aún no está todo ganado, su recuperación continúa día a día, Abascal sigue con unos ejercicios diarios, además aún queda pendiente su oído, ya ha recuperado la audición, pero hubo un momento en que temió pensó que iba a quedarse sorda tanto que incluso pensó en como una actriz iba a poder volver a interpretar, se planteó la posibilidad de aprender el lenguaje de los sordos, todo con tal de ir superándose poco a poco. Su capacidad de lucha y su coraje han sido determinantes en su mejoría y ella ha querido compartirlo con todos los que la quieren.
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