En octubre llega a los concesionarios el nuevo Alfa Romeo 4C, un pequeño pura sangre que marca el retorno de la marca al mundo de los coupés deportivos ligeros. Este precioso automóvil se comercializará en los principales mercados mundiales con una disponibilidad anual limitada a sólo 3.500 unidades, 1.000 de ellas a Europa. La llegada al mercado de este precioso automóvil también inaugura el nuevo eslogan que acompañará a los modelos de la marca: “Just drive”, una clara invitación a disfrutar de las sensaciones que sólo un Alfa Romeo sabe brindar.
Prestaciones extraordinarias, maniobrabilidad única, aerodinámica extrema y diseño que fusiona los recursos estilísticos de la tradición Alfa Romeo. El nuevo nuevo Alfa Romeo 4C es una “máquina de conducir” sin compromisos, que te invita a emocionarte al volante, tanto en carretera como en circuito.
Diseño inspirado en el Alfa Romeo 33 Stradale
Alfa Romeo 4C es sencillez y ligereza: un coche donde todo ha sido diseñado para disfrutar plenamente de la conducción. La misma sencillez ha modelado su diseño. El automóvil expresa una «belleza natural» fruto de la combinación perfecta de función y forma. En su diseño y dimensiones recuerda inmediatamente uno de los más bellos coupé de todos los tiempos: el Alfa Romeo 33 Stradale. Al igual que el mítico 33 Stradale, el 4C se ha realizado para satisfacer exigencias mecánicas y funcionales extremas. La carrocería ‘cubre’ aerodinámicamente el motor y el chasis con superficies limpias y sencillas.
Diseñado por los ingenieros de Alfa Romeo y producido en la planta Maserati de Modena, este coupé de “2 plazas justas” mide unos 4 metros de largo, 200 cm de ancho y 118 cm de alto, con una distancia entre ejes inferior a 2,4 metros. Estas medidas resaltan las proporciones de superdeportivo del vehículo y, además, acentúan sus características de agilidad. Las cualidades dinámicas del Alfa Romeo 4C se confirman con una relación peso/potencia inferior a 4 Kg/CV.
Un exterior que transmite deportividad
El exterior del 4C se caracteriza por la necesidad de destacar el estilo del vehículo y las características técnicas tanto desde el punto de vista dinámico como aerodinámico. Nos encontramos ante un automóvil que transmite pura deportividad a través de la fusión de técnica y estética. Por otra parte, cada uno de los elementos estructurales ha sido concebido para el máximo rendimiento dinámico y contribuye a crear un coeficiente de deportancia negativo que asegura el máximo agarre al suelo durante las aceleraciones laterales.
La parte trasera recubre y ‘abraza’ el corazón latiente del automóvil: la parte mecánica y el motor visible a través de la luneta. Todo ello, gracias al desarrollo de una acentuada musculatura sobre las ruedas que otorga fuerza y potencia a la zona trasera.
En cuanto a la gama de colores exteriores, refleja el espíritu del vehículo y resulta esencial para ser Alfa: rojo, blanco, negro y gris, pero concentrándose en la tecnología gracias a la introducción de colores tricapa. El ya consolidado y conocido Rojo Competición que, por su plenitud, brillo y tornasolado, plasma los volúmenes del vehículo es la esencia del espíritu Alfa Romeo.
Un interior inspirado en el mundo de las motos y los coches de carreras
El interior del Alfa Romeo 4C, que combina cuero, aluminio y carbono, ha sido concebido para asegurar la funcionalidad y la comodidad del conductor y del resto de los pasajeros. Todas las indicaciones pueden verse en el cuadro de instrumentos, constituido por una original pantalla digital, donde se agrupan todas las funciones de control del superdeportivo Alfa Romeo.
La cabina del piloto del Alfa Romeo 4C evoca el mundo de las motos y de los coches de carreras y hasta el más mínimo detalle del interior del vehículo destaca su carácter deportivo.
Potencia extrema y sensaciones únicas al volante
Detrás de los asientos se aloja el motor de 4 cilindros turbo de gasolina de inyección directa de 1.750 cc. a 200 bares que logra prestaciones de absoluta excelencia. La potencia máxima es de 240 CV (176 kW) a 6.000 rpm. El cambio será automático TCT de doble embrague en seco de 6 velocidades, con la posibilidad de activarlo secuencialmente mediante las levas situadas detrás del volante.
Este coche transmite sensaciones únicas al volante, incluso para el conductor más experto: Pasa de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos y desarrolla una velocidad máxima de 258 km/h, con picos de deceleración del orden de 1,2 g y picos de aceleración lateral superiores a 1,1 g. Todo esto también se logra mediante una distribución equilibrada del peso: el 40% en el eje delantero, el 60% en el trasero.