Un reciente estudio ha descubierto recientemente que el vino, el elixir de uva que forma parte también de nuestra alimentación mediterránea reduce el riesgo de tener una depresión.
Por supuesto con moderación, dicho estudio habla de un total de dos a siete vasos a la semana, podríamos decir que una copa al día reduce los riesgos de la tan temida “depre”.
La digamos cantidad diaria debe ir acompañada por aceite de oliva virgen, nueces y otros alimentos que nos protegen de las enfermedades cardiovasculares, para que sea más sencillo de comprender que las personas que seguían esta pauta tienen un riesgo inferior de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.
Además hay que saber que tomarlo en pequeñas dosis previene la demencia, debido a sus propiedades antioxidantes que reducen la inflamación, impidiendo que las arterias se endurezcan, mejorando el riego sanguíneo. Pero además sus antioxidantes disminuyen el estrés y mejoran nuestra salud retrasando el envejecimiento.