He querido inaugurar mi apartado de entrevistas en “El espejo de María de Mora” con Lorena Morlote. Conocida como “la estilista de las celebrities”, Lorena está acostumbrada a estar muy presente en los medios de comunicación, sin embargo no es muy dada a hablar sobre su vida privada. A lo largo de estas líneas, la estilista abre su corazón y cuenta facetas poco o nada conocidas por todos los que la admiran y acuden a sus centros de belleza para ponerse a punto.
Mujer inteligente, empresaria, madre, una de las estilistas más prometedoras de Europa… Lorena es una mujer admirable. Sus salones han sido situados entre los cuarenta mejores del mundo, su ambición constante marca tendencia y su tesón la ha convertido en la estilista favorita de actrices, modelos, cantantes, futbolistas, políticos y aristocracia. Entre su clientela destacan nombres tan ilustres como Eugenia Martínez de Irujo, Ana Obregón, Victoria Beckham Misha Burton, Paris Hilton, Eva Longoria, Shakira, Scarlet Johansson, Rachel Weisz, Shalma Hayek, Sergio Ramos, Jordi Moya y un largo etcétera.
-Lorena, tu afán por crecer e innovar te ha llevado a viajar constantemente… ¿En qué países te has inspirado para crear tus tendencias?
Decidí que la cuna de mi enseñanza fuera París. Para mí es la ciudad más mágica que existe dentro del mundo de la belleza. Allí aprendí la esencia de la alta peluquería. He viajado de Madrid a París, Londres, Estados Unidos… He recorrido todos los países y las ciudades más destacadas en el mundo de la peluquería para aprender la verdadera esencia de cada uno de ellos y poder plasmarla a la hora de crear mi propio protocolo y mis propias tendencias. De esa forma he creado un concepto único y exclusivo en la alta peluquería.
-Se te ha llegado a describir como “una de las grandes Gurús del cabello en España”, ¿cómo te sientes al escuchar que te están llamando “gran maestra”?
Para mí es un gran honor, es como cuando un torero es consagrado con ese título. Después de tantos años de esfuerzo, sacrificio y lucha para que la peluquería española sea reconocida a nivel internacional, ese apodo me distingue del resto. Eso sí, realmente jamás podría haber triunfado sin mi prestigioso equipo; es muy importante para mí.
-¿Cuántos salones tienes? ¿En qué se diferencian de la competencia?
En la actualidad tengo cuatro salones: tres en Madrid y uno en Marbella. En cuestión de un mes voy a inaugurar en Velázquez 67 el que va a ser mi salón más importante tanto a nivel nacional como internacional. Va a ser mi mayor obra, la proyección que llevo tantos años persiguiendo y deseando hacer… Va a sorprender mucho, pues se trata de un concepto único en este país y en el resto del mundo.
-¿A qué te refieres con un concepto único?
A que las personas entrarán y te aseguro que permanecerán en su interior más de ocho horas. No será únicamente un salón de peluquería donde dejar que mimen tu cabello o te pongan unas extensiones en las pestañas, sino que va a ser un espacio innovador y diferente. Vamos a tener un spa dental único, cabinas donde será posible inyectarse vitaminas, realizarse una higiene facial o someterse a cualquier otro tratamiento, todo bajo la supervisión de una gran doctora. Será una “boutique look bar” avalada por Roberto Cavalli y Cristian Audigier y en su interior no habrá espejos, sino pantallas proyectando los últimos modelos de todos los sectores del lujo: coches, joyas, moda… Tendremos suites para atender a los clientes personalmente, donde será posible encontrar de todo: joyería, zapatería, móviles, bolsos… Espero que vengan del extranjero a copiarnos. Con este proyecto pretendemos convertirnos en el número uno en el mundo.
Cuando tenía 13 años me escapaba al terminar el instituto a una peluquería. Allí lavaba cabezas y hacía un poco de todo”
-¿Cuál fue tu primera experiencia como estilista?
Mi primera experiencia fue de niña. A diferencia de otras chicas, yo no jugaba con muñecas, sino que transformaba a mis amigas. Venían a casa y yo las vestía, las peinaba, las calzaba… Otros empiezan a hacer estos cambios con muñecas, pero yo ya iba pisando fuerte y directamente me atrevía a hacerlo con personas. Recuerdo que, a los 13 años, no me gustaba nada el Instituto, mi obsesión era poner guapa a la gente. Ahí empecé a darme cuenta qué era realmente lo que llevaba dentro y para lo que yo había nacido. De hecho, al terminar el instituto comía con mis padres en una cafetería que tenían en Santander y, por las tardes, me iba a escondidas a una peluquería que estaba cerca de mi casa para lavar cabezas limpiar… Hacía de todo con tal de que me dejaran estar allí. Aquella fue mi verdadera escuela. Mi jefa, Pilar Escallada, fue muy dura conmigo, pero le estoy muy agradecida porque me enseñó la disciplina y me inculcó la importancia de cuidar la peluquería, tenerlo todo limpio y esterilizado… Le estoy tremendamente agradecida de que me enseñara la verdadera esencia de la vieja escuela, que es la misma donde aprendieron Llongueros y los demás grandes Gurús de la peluquería.
-¿Contaste con el apoyo de tu madre?
Cuando descubrió que estaba trabajando a escondidas en la peluquería, mi madre habló conmigo. Lo entendió, pero me dijo que si quería ser peluquera debía estudiar en una academia donde me enseñaran. Hoy en día mucha gente empieza directamente en una peluquería, pero es muy importante estudiar la morfología del cabello, la piel, el cuero cabelludo y todo lo relacionado con el pelo. Tuve un gran apoyo en mi madre, que trabajó muchísimo para que yo pudiera realizar mi sueño.
-¿Cuándo comenzaste a despuntar en el sector?
A los 17 años recibí una carta que me informaba de un concurso internacional. Llamé a mis amigas, les hice mi estilismo y me las llevé a la playa junto a un fotógrafo, donde hicimos las fotos que envié al concurso. Fui seleccionada y pude competir con grandes peluqueros que trabajaban para Llongueras, Rizos… Fue todo un lujo. Viajé a Madrid y finalmente quedé la tercera. Aquello fue un sueño y me hizo ver que Madrid era mi ciudad de destino. Dos años después me trasladé a la Capital de España. Llegué a Madrid con 19 años, con una maleta y el poco dinero que pude ahorrar en la peluquería de mi pueblo, donde lavaba cabezas y hacía un poco de todo.
-¿Has cambiado mucho desde entonces?
Aún sigo aprendiendo y cortando el pelo como una más. En Marbella casi no me conoce nadie, porque hay muchos extranjeros y nunca me presento como Lorena Morlote ni dejo que mis estilistas lo comenten. En Madrid la cosa es diferente, porque todo el mundo me conoce. Aun así, soy una más en mis salones. Creo que con 80 años seguiré cortando el pelo, porque es mi vocación.
–¿Has conseguido todo lo que te has propuesto?
Todavía me queda muchísimo por conseguir y mucho camino por recorrer, pero con la edad que tengo estoy satisfecha de lo que he conseguido. Tengo mi propia firma, he conseguido varios premios (Premio abanico 2009-2010 al mejor equipo de peluquería; el Dedal de Oro 2013; el premio a una de las 100 empresas más elegantes del mundo…)… sin embargo, me gustaría cruzar el charco y ser reconocida en Nueva York, en Miami… Sueño con tener allí mis salones.
Gracias a Victoria Beckham se me empezó a conocer nacional e internacionalmente. Nos hicimos grandes amigas; todavía sigue mandándome postales por Navidad”
¿Cuál ha sido tu mayor éxito?
La constancia, el tesón y el tratar a la gente con humildad. Es cierto que antes sólo era Lorena y ahora soy Lorena Morlote. Creo que he crecido mucho, pero por dentro sigo siendo la misma de siempre, que no olvida a la gente que siempre ha estado a mi lado. Mi mayor despliegue fue con Victoria Beckham. Gracias a ella se me empezó a conocer nacional e internacionalmente mucho más. Me llamaron para peinarla y siempre estuvo a mi lado. Sus visitas a mi salón eran constantes y eso me hizo tener muchísimo éxito, pues ella era una persona con mucho tirón mediático. Siempre le estaré tremendamente agradecida, pues fue muy humilde y honesta conmigo y con todo mi equipo. Nos hicimos muy amigas, porque es una persona maravillosa. Ahora ya no tenemos el mismo contacto, pero sigue mandándome postales por Navidad. Es una persona muy cercana que no olvida a su gente.
-Eres líder en tu sector, ¿piensas que es un desafío ser líder siendo mujer?
No, hoy las mujeres tenemos la misma capacidad o más de concebir el liderazgo que un hombre. Todos somos imprescindibles para construir y afianzar el crecimiento de cualquier empresa, incluso para la propia familia.
-Una curiosidad, ¿las celebrites se dejan asesorar por ti o hay alguna que se resista a tus consejos?
Es una buena pregunta que poca gente me hace. Normalmente cuando recurren a mí están decididas a un cambio de look y quieren mi asesoramiento y mi opinión. También hay otras celebrities que tienen muy claro lo que quieren. Mi primera regla, que siempre transmito a mi equipo, es saber diferencial esos dos tipos de perfiles. Asesoramos a quienes quieren cambiar su look y escuchamos quienes saben lo que quieren y, en ambos casos, nos interesamos mucho por conocer en profundidad la vida y las características de su cabello. Es importantísimo escuchar cómo cuidan su pelo para diseñar un corte y una imagen a medida para cada persona y, después, enseñarle a mantenerlo en casa.
-¿A qué celebrities has cambiado su imagen radicalmente?
Mónica Cruz fue de las primeras en ponerse en mis manos. Llevaba el pelo muy largo y le cortamos el pelo; fue un cambio radical, una más de esas locuras que me dan de vez en cuando. Todas esas “morlotadas” tienen un por qué, aunque nunca sé explicarlas. También teñí a Alejandro Sanz de rubio platino, que fue cuando consiguió el Gramy.
-¿Podríamos decir que Lorena Morlote es un talismán que da buena suerte?
¡Eso dicen! Hay muchos famosos que vienen a verme por ese rumor. Una presentadora muy conocida siempre viene a mi saló antes de hacer un nuevo programa de televisión o un reportaje exige que la peine y la maquille. Pero lo realmente importante es que la gente que viene a mis salones se siente muy cómoda.
Salma Hayek vino con su marido para los Goya y no solamente la peiné y la vestí, sino que también le puse las medias, los zapatos e incluso planché la camisa de su marido»
-Eres la estilista de las celebrities, ¿me puedes contar alguna anécdota divertida?
Uyyy, hay tantas… Salma Hayek vino con su marido para los Goya y no solamente la peiné y la vestí, sino que también le puse las medias, los zapatos e incluso planché la camisa de su marido (risas). También guardo un recuerdo entrañable de David Carradine y su esposa. Me avisaron que este señor era muy especial con su pelo y cuando llegué a su habitación me dijo que estaba cansado y que se peinaría él mismo. Entonces me dediqué a maquillar a su esposa y, cuando terminé, se quedó tan impresionado con el resultado que me pidió que esperara a que descansara una hora y después le maquillara. Me quedé charlando con su esposa mientras descansaba. Nos reímos mucho.
-¿Y has vivido algún momento de “tierra trágame”?
Sí. Una persona de mi equipo y yo estuvimos con el actor Roberto Benigni y su esposa, Nicoletta Braschi. Lo peor que le puede ocurrir a un estilista es que falten cinco minutos para un photocall que el personaje esté vestido de arriba abajo y se te caigan los polvos compactos encima del traje… Él se levantó, cogió una servilleta y, con ese humor que le caracteriza, me dijo que no pasaba nada. Conforme más se limpiaba más se esparcía… Yo no sabía si llorar o reír, pero él tenía una sonrisa de oreja a oreja, igual que en su película “La vida es bella”. Nos reímos muchísimo y él no le dio ninguna importancia, pero si alguna vez sale a la luz alguna foto suya con una mancha en el hombro, échenme a mí las culpas (risas).
Tengo dos hijos y, si pudiera, tendría cinco o seis, porque es una faceta de mi vida que me encanta”
-Pero no sólo has triunfado en tu vida profesional, sino también en tu vida privada. Háblame de tu vida familiar…
Tengo dos hijos. Si pudiera tendría cinco o seis, porque es una faceta de mi vida que me encanta. Yajaira, mi primer bebé, ya tiene 7 años, y Tadeo, tiene 4. Son lo mejor que me ha pasado en mi vida. Es una locura permanente la que tengo con ellos. Desde que nacieron duermen conmigo siempre. Ahora he cambiado de casa y me he comprado la cama más grande que hay en el mercado, ya que los niños han crecido. Tadeo duerme entre mis piernas desde que nació, si no es así no es capaz de conciliar el sueño, y Yajaira en mis brazos. Imagínate qué foto, parecemos tres koalas juntos. Todo lo que hago en la vida es por ellos y para ellos. A mí me ha tocado luchar mucho y sufrir bastante en la vida, así que quiero darles todo a mis hijos. Como cualquier madre, quiero que tengan una vida cómoda, con una educación excelente. Estoy muy orgullosa de ellos, ya que a su corta edad hablan perfectamente el inglés y son descaradamente educados.
-¿Cómo compaginas tu trabajo con la familia?
Mucha gente me lo pregunta y siempre respondo que en esta vida todo se puede hacer. Hay momentos que dejo de trabajar para estar con ellos. Cuando ellos están en el colegio es cuando disfruto de mi trabajo. Mi filosofía es que más vale la calidad que la cantidad. Hay madres que están veinticuatro horas con ellos, pero no les hacen ni caso. Nosotros nos despertamos juntos, nos bañamos juntos, desayunamos juntos, les llevo al colegio… Siempre que puedo les dedico lo mejor de mí, aunque llegue cansada a casa, siempre les veo y saco fuerzas para verles felices. Mi deseo sería que mis hijos siguieran mi trayectoria el día de mañana, pero sólo es un sueño… Igual que hice yo, ellos decidirán lo que quieren hacer y yo haré todo lo posible para que hagan sus sueños realidad.
¿Cómo es un día cualquiera en tu vida ?
Paso una hora y media por la mañanas con mis hijos y, una vez les dejo en el colegio, empieza mi trabajo. Mi vida está programada. Suelo llamar todos los días a mi asistente y es ella quien me da las directrices. A veces he de coger un avión, otras ir a un rodaje… Estoy en permanente movimiento. Cuando viajo suelo hacerlo con mis hijos. Desgraciadamente ahora me he separado y suelo viajar a Marbella los días que los niños están con su padre. En verano y Semana Santa me los llevo conmigo. Es una ciudad que adoro y a ellos les encanta. Algún día me gustaría vivir allí.
-Lorena, te confiesas adicta a…
Me confieso adicta a mis padres, a mis hermanos, a mi gente, a mi pueblo… Desgraciadamente mis padres viven en Santander, pero cada vez que puedo, aunque sólo sea un día, cojo un avión para estar con ellos, cenar en mi casa y dormir en mi habitación y en mi cama de toda la vida. Adoro ese calor de hogar, la comida de mi madre… Y al día siguiente me vuelvo a casa. Creo que esa es mi mayor adicción. Otra de mis grandes adicciones es mi trabajo. No podría estar una semana sin cortar el pelo, si así fuera tendría que cortármelo a mí misma (risas).
-¿Qué es lo mejor de ser Lorena Morlote?
Para mí es muy importante que las mujeres me admiren y los hombres me respeten en mi profesión, enseñar lo que yo he aprendido y creado, poder formarles y hacer que respiren la profesión y la amen como yo la amo… También colaboro con muchas ONGs y, gracias a la gente tan generosa que conozco a través de mi trabajo, he conseguido que se adentren en proyectos solidarios y ayuden a los más necesitados. Desde aquí quiero darles las gracias de todo corazón.
Me dedico tanto a mi profesión que muchas veces me olvido de mi misma. Siempre voy con estilo algo hippie porque mi mayor prioridad es embellecer a los demás”
-¿Y lo peor?
Lo peor de Lorena Morlote son las locuras que me dan. Tengo que crear tendencias, estilos, protocolos… A veces estoy dos días fuera, en mi propia casa, apago los teléfonos y la televisión y trato de aislarme del mundo. Cojo un bolígrafo y un cuaderno y empiezo a apuntar, creando estilos, esto hace que no pueda disfrutar de mis amigos, de viajar… Siempre estoy trabajando. Eso es lo peor de Lorena Morlote, que me dedico tanto a mi profesión que muchas veces me olvido de mi misma. Pero soy así, siempre voy con estilo algo hippie porque mi mayor prioridad es embellecer a los demás, crear para ellos…
-¿Con que nuevos proyectos nos sorprenderá Lorena Morlote en el 2014?
Estoy trabajando en un proyecto que va a ser súper exitoso y va a dar la vuelta al mundo. Es el nuevo local que voy a abrir en la calle Velázquez esquina Ortega y Gasset. Es algo mágico, diferente, lo último de lo último… Allí os espero a todos.
-Para terminar, dinos cuál es la tendencia más puntera para ir a la última en Navidad, Nochevieja y Reyes…
Los recogidos son los grandes protagonistas, aunque la tendencia es adaptarse a cada persona. Siempre aconsejo no disfrazarse. Una mujer acostumbrada a llevar el pelo suelto y con movimiento no puede hacerse un recogido recargado. Para fiestas a mí también me encanta el pelo suelto y ondulado con movimiento o dos trenzas laterales en un semirecogido. Lo realmente importante es que uno se sienta bien.
-Lorena, ¿quieres añadir algo más?
Sí, desde “Tentaciones de Mujer” quiero dar las gracias a todos mis amigos. Todos sabéis que ha sido un año muy duro para mí, tanto a nivel profesional como familiar. Gracias a todos por estar a mi lado. ¡Os quiero!
María de Mora