Comidas en familia, picoteo con amigos, dulces a cualquier hora del día, alimentos algo más grasos de lo habitual y cierta ingesta de alcohol, con los vinos y cavas para rematar nuestros brindes, así más o menos se van sucediendo los días desde que comienzan las fiestas navideñas. Cuando por fin se acaba la primera semana de enero, descubrimos que la mayoría nos sentimos hinchadas, con algunos kilitos de más y con un sensación podríamos decir que notar sucio el organismo, ahí es cuando llega el momento de poner en marcha una vuelta a los hábitos normales, un regreso a la vida saludable y una limpieza lo que actualmente se denomina dieta detox (sin toxinas).
Nada mejor que comenzar con una dieta mediterránea y por la realización de ejercicio físico. Lo más conveniente es tomar verduras y pescados al vapor, disfrutar de los métodos de cocción que conservan mejor las propiedades de los alimentos y potencian su sabor. También es muy válido el horno o la plancha.
No hay que erradicar, ni olvidar totalmente la legumbre, la pasta y el arroz, aunque conviene reducirlos y consumirlos de forma sana, sin grasas, con verduras y si la pasta y el arroz es integral mejor que mejor.
Hay que tener que claro que se puede comer de todo, teniendo muy en cuenta las cantidades y la manera de preparación de los platos.
Detox significa limpieza y para conseguir una auténtica dieta de eliminación de toxinas, ayuda a limpiar tu estómago y tu hígado. Aumenta durante el día el consumo de zumos naturales y consomés.
Desayuno: Nada mejor que una taza de té verde, un plato de frutas de temporada, a ser posible diuréticas, fresas, pomelo, piña, papaya, sandía y un yogur de soja.
Comida: Arroz integral, ensaladas con berros y espinacas frescas, como aderezo utiliza unas gotas de limón. Acompañado de pan integral, zumos de tomate natural, de pepino o hinojo. Y como postre podría tomarse un yogur de soja, o fruta una rodaja de piña o papaya.
Cena: Vegetales frescos, sopa fría de pepino, o calabacín y de segundo una rodaja de merluza a la plancha.