Como parte de los eventos “VanGogh2015”, que conmemoran en varios museos europeos el 125 aniversario de la muerte de Vincent van Gogh, el Museo Thyssen-Bornemisza presenta una pequeña muestra con cinco obras del artista holandés en las colecciones Thyssen-Bornemisza, cuatro óleos y una litografía que representan las grandes etapas de su carrera. Las cinco obras fueron adquiridas, entre 1965 y 1996, por Hans Heinrich Thyssen, quien había nacido en Scheveningen, la misma playa donde Van Gogh iba a pintar con frecuencia durante sus años en La Haya. Junto a ellas, tres pinturas (también de las colecciones del Museo) de Georges Michel, Charles-François Daubigny y Anton Mauve, tres paisajistas que ejercieron una influencia decisiva en la formación de Van Gogh.
Molino de agua en Gennep, de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, es el lienzo más grande pintado por Van Gogh y una de las obras maestras de su etapa holandesa. A mitad de noviembre de 1884, Vincent escribía a Theo: “Estos días, a pesar de las fuertes heladas, he estado trabajando aún al aire libre en un estudio más bien grande (más de un metro) de un viejo molino de agua en Gennep, al otro lado de Eindhoven. Quiero terminarlo al aire libre, pero será lo último que pinte en el exterioreste año”.
La gama de colores y texturas sugieren el intenso frío y la humedad de esos días del final del otoño en Brabante. Con su doble rueda y la estructura de madera que se reflejan en el agua, el molino se parece a un extraño barco anclado en el río Dommel. Hay dos figuras en una balsa. Una grieta de luz rasga las nubes grises e ilumina el cielo con una luz inusitadamente blanca y fría, sobre la cual la masa oscura del molino destaca con un fuerte efecto de contraluz.
Museo Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado, 8 (Madrid)