Viña Esmeralda siempre ha destacado por ser uno de los vinos más sofisticados de Bodegas Torres y ahora se ha propuesto realzar esta cualidad con una nueva botella mucho más estilizada. Este blanco elegante con toques afrutados estrena envase y apuesta por un diseño que consigue potenciar aún más su refinamiento y su feminidad. Su nueva imagen es, si cabe, más estilosa y distinguida que de costumbre. Y por frívolo que pueda resultar este cambio de look, lo cierto es que la nueva botella es sostenible y, por tanto, está pensada para ser respetuosa con el medio ambiente. Sin duda, una evolución maravillosa para un delicioso caldo que seduce de igual manera a la vista y al paladar.
Esbelta y elegante, la nueva botella de Viña Esmeralda es única; su forma de gota evoca la delicadeza y frescura de este conocido vino blanco de Bodegas Torres, que toma su nombre del color esmeralda del Mediterráneo. La esencia original de Viña Esmeralda se expresa en toda su plenitud a través de un diseño de inspiración clásica, que juega con el color, textura y su forma de escudo para transmitir sofisticación y glamour.
Viña Esmeralda es seducción, sensualidad y belleza. Es Mediterráneo, por evocar todas las sensaciones y emociones que nos inspira el mar, como reza el claim de la etiqueta “Mediterranean classic”. Es, en definitiva, el vino más femenino de todos los que la firma elabora, con las variedades moscatel y gewürztraminer que le confieren una delicadeza y aroma excepcional, intenso y floral, como la primavera. Sabe a rosa y jazmín, y también a fruta de la pasión y plátano, con unas sutiles notas de lavanda y vainilla. Siempre refrescante y disfrutable, es el acompañante perfecto para los aperitivos al sol o las cenas a la luz de las velas.
Viña Esmeralda, uno de los primeros blancos que irrumpió en nuestro país, se ha internacionalizado y está hoy presente en un centenar de mercados de todo el mundo. Además de España, triunfa especialmente en países como Dinamarca, Inglaterra, Canadá, Finlandia y Rusia.
Un vino que se preocupa por el medio ambiente
El nuevo diseño de Viña Esmeralda no solo responde a una motivación estética. Con el cambio de botella, más ligera que la anterior, se reduce su huella de carbono, o en otras palabras, las emisiones de CO2 que se generan durante su transporte son menores, siendo estos gases de efecto invernadero los causantes del cambio climático. Aunque solo sea con un grano de arena, Viña Esmeralda contribuye a minimizar las consecuencias del calentamiento del planeta, que afecta de manera especial a la viña por tratarse de una planta extremadamente sensible y que es una de las principales preocupaciones de Bodegas Torres.