Por fin alguien se ha atrevido a contar la historia de Felipe El Hermoso sin pelos en la lengua, sin rodeos, de forma amena y entretenida… David Botello y May Rodríguez Albendea han publicado “Felipe El Hermoso, anatomía de un crimen”, una novela histórica que no se anda por las ramas y relata la vida de Felipe I de un modo sencillo, para que todo el mundo comprenda ese capítulo de la Historia y disfrute de su lectura.
La labor de investigación que han hecho los autores es encomiable, pero aún lo es más la forma en que comparten todos sus hallazgos con el lector, al que consiguen cautivar desde la primera línea y mantener en vilo hasta la última página.
Hemos tenido el privilegio de charlar con David Botello, uno de sus autores. Este “contador de historias”, como a él le gusta definirse, tiene a sus espaldas una intachable carrera en la televisión, es autor de teatro, escritor… Y su pasión por la Historia le ha embarcado en esta apasionante aventura y en alguna otra que nos cuenta bajo estas líneas.
– David, después de varios meses en escena, ¿qué balance hacéis May y tú de ‘Felipe El Hermoso: Anatomía de un crimen’?
El balance es muy positivo. El libro trata de una de las épocas más apasionantes de la Historia de España y queríamos que fuera divulgativo, que estuviera muy documentado, que tuviera mucha información, que permitiera al lector hacer una lectura crítica, que le ayudara a cuestionarse las grandes verdades oficiales y que le sirviera para sacar sus propias conclusiones acerca de nuestra Historia. Y, al mismo tiempo, que fuera entretenido. La gente que se lo ha leído nos cuenta que es un libro con el que se aprenden un montón de cosas interesantes, con el que se lo han pasado muy bien y con el que, de propina, se han echado unas risas. Si lo que nos cuentan los lectores es cierto, creo que hemos logrado el objetivo.
La Historia de Castilla y el reinado de Felipe el Hermoso y Juana la Loca hacen que Juego de Tronos parezca una película de Disney”
-Producciones para televisión, guiones para teatro, un libro sobre la Pantoja, otro sobre la Jurado… ¿Por qué Felipe I?
Porque es una gran historia. Cuando me toca definir mi trabajo en una palabra digo que soy «narrador» (si me dejan llegar a las tres palabras, digo que soy «contador de historias»). Hay algunas diferencias entre contar historias para la televisión, para el teatro, para un libro o para la radio, pero al final la esencia es la misma. Una buena historia siempre es una buena historia. Solo hay que encontrar la mejor manera de contarla.
Cuando May me dijo que estaba estudiando la época de Felipe el Hermoso, que estaba convencido de que le habían asesinado y que sabía quién era el asesino, le dije: «¡Esta historia hay que contarla!». Y hay que contarla por muchas razones: porque es una historia apasionante; porque no es como nos la han contado; porque, de alguna manera, dinamita la versión oficial (los Reyes Católicos no unieron España, y cualquiera que lea el libro entenderá por qué lo decimos); porque descubrimos y describimos a una Isabel la Católica que es infinitamente más interesante que el personaje santurrón que nos han intentado vender; porque esta época es un punto de inflexión en la Historia; porque nos ayuda a entender un poquito mejor la compleja realidad de lo que llamamos España; y porque la Historia de Castilla y el reinado de Felipe el Hermoso y Juana la Loca hacen que Juego de Tronos parezca una película de Disney. Había muchas razones para hacerlo, ¿no crees?
La Historia necesita que le quitemos las telarañas, que abramos las ventanas para limpiar el olor a polvo. Es absolutamente necesario sacarla a la calle”
-¿Cuál es tu secreto para conseguir contar una parte tan compleja de la Historia de una forma amena y divertida?
No creo que haya ningún secreto. El oficio de narrador, de contador de historias, te proporciona algunas técnicas y bastantes intuiciones que permiten hacer que cualquier relato sea más accesible.
Como narrador, me gusta ver a los personajes perdidos en sus conflictos y buscando soluciones. Un personaje, un conflicto y un resultado. El éxito o el fracaso es lo de menos. Es mucho más interesante ver cómo el personaje se enfrenta a las dificultades que tiene que ir superando. Con sus aciertos y sus errores, con sus virtudes y sus defectos, con sus pasiones, sus celos, sus envidias, sus ansias de poder, su capacidad de amar, su ética, su sentido de la responsabilidad, sus miedos, su determinación…
Una vez que sabes quiénes son los personajes, cuáles son sus conflictos y cuál es el resultado, llega el momento de preocuparte por el tono, el estilo, el ritmo de la narración o los giros dramáticos. Y, sobre todo, por la estructura. Hemos manejado una gran cantidad de documentación y había que exponerla de manera una limpia, clara y sencilla. Hay mucho trabajo de organización de la información, de síntesis, de reescritura… Y sin perder el rigor ni traicionar los hechos. Los hechos mandan. La distancia más corta entre dos hechos es una historia. Una buena historia te lleva de un hecho a otro y te ayuda a darle sentido.
Además de todo esto, como narrador necesito conectar con el lector. Llamar su atención para que cada página le dé una razón para pasar a la siguiente y seguir leyendo. A veces no queda más remedio que hacer concesiones: capítulos cortos, guiños, chistes, anacronismos, comentarios irónicos, interlocuciones, paréntesis, propuestas descabelladas, alternativas. Y, por supuesto, tratando el tema con desenfado, con un poco de irreverencia, sin prejuicios, con mucho desparpajo y con ganas de pasarlo bien mientras lo escribía. Desde mi humilde opinión, todo vale para mantener la atención del lector.
La Historia necesita que le quitemos las telarañas, que abramos las ventanas para limpiar el olor a polvo. Hay que sacar la Historia a la calle. Creo que, tal como están las cosas, divulgar la Historia, narrarla, es absolutamente necesario. No se me ocurre ninguna actividad más subversiva.
Los lectores cuelgan fotos del libro en diferentes lugares. El pobre Felipe murió joven y no le dio tiempo ni siquiera a visitar su reino. Ahora le están dando la oportunidad de viajar alrededor del mundo”
-A lo largo de estos meses habrás vivido un montón de anécdotas divertidas. Cuéntame alguna….
Me sorprende ver la reacción de la gente. El otro día conocí por casualidad a un lector que me dijo que el libro le había servido de base para un montón de tertulias con los amigos. Parece ser que lo había leído toda la pandilla, y siempre que se juntaban, en los bares, en las cenas, en las casas de unos o de otros, se pasaban las horas discutiendo sobre la historia de Castilla. ¡Eso es precisamente lo que buscamos!
En la página de Facebook de Felipe el Hermoso. Anatomía de un crimen se puso en marcha, de manera espontánea, la costumbre de colgar fotos del libro en diferentes lugares. Empecé colgando fotos del libro en las ciudades en las que lo promocionábamos (Sevilla, Granada, Burgos, Valladolid…) y, de repente, empezaron a llegar fotos del libro en lugares sorprendentes: en la estatua de Juana la Loca de Tordesillas, aterrizando en un aeropuerto de México, tomándose una pinta en Londres, cruzando el puente de Brooklyn en Nueva York… Me gusta pensar que el libro tiene vida propia. El pobre Felipe murió joven y no le dio tiempo ni siquiera a visitar su reino. Ahora los lectores le están dando la oportunidad de viajar alrededor del mundo. Felipe se ha convertido en un libro viajero.
Me gusta escribir, y mi trabajo en la tele no siempre me lo permite. Los libros y el teatro son maneras de quitarme la espinita”
-¿Se puede vivir de escribir libros en la actualidad o lo haces por pura diversión?
En mi caso, es pura pasión. Me gusta escribir, y mi trabajo en la tele no siempre me lo permite. Los libros o el teatro son maneras de quitarme la espinita y de hacer cosas diferentes y que me cargan de energía. Si llegara a vivir de los libros, sería una consecuencia, no un objetivo. Tengo en mente volver a publicar, pero antes que sacar adelante un montón de proyectos que tienen que ver la luz.
-¿Qué será lo próximo?
Ahora estoy muy centrado en la divulgación de Historia a través de un proyecto que se llama El Punto sobre la Historia, que empezó hace casi un año en formato podcast y está creciendo a un ritmo vertiginoso. Estamos a punto de alcanzar las 175.000 descargas en iVoox. El libro de Felipe el Hermoso nació como parte de este proyecto. Y acabamos de firmar ocho capítulos de un programa para Telemadrid que ya estamos produciendo. Si todo va bien, El Punto sobre la Historia se podrá ver en la tele después de Semana Santa.