Pablo Alborán regresa al panorama musical con «Prometo», su cuarto trabajo discográfico. El artista malagueño vuelve a la carga después de tomarse dos años sabáticos para coger fuerzas y lo hace con un disco muy personal y más maduro que los anteriores, un trabajo en el que explora múltiples géneros musicales.
Este álbum es una promesa de continuidad, pero también de evolución de una carrera musical jalonada por los éxitos más resonantes de la música pop en español de los últimos años. Una carrera que hace dos años su protagonista decidió parar cuando estaba en lo más alto, en un acto de honestidad consigo mismo y con su público, pero para regresar renovado y plenamente consciente de su nuevo camino.
-Pablo, ¿cómo describirías ‘Prometo’?
Es mi trabajo más personal. He hecho absolutamente lo que he querido, entre otras cosas porque he tenido tiempo suficiente para no preocuparme por cosas como si estaba siguiendo o no alguna moda. He tomado mis propias decisiones sin dejarme llevar. En ‘Prometo’ he abierto la puerta a todos los estilos y a muchas realidades que antes no me hubiera atrevido a tratar en mis canciones.
«‘Prometo’ es un disco de puertas abiertas»
Detrás de los temas que integran «Prometo» se encuentra el mismo artista que ha deslumbrado a todos, ha logrado 42 discos de platino y ha vendido dos millones y medio de discos. El mismo que ha convencido a todo tipo de públicos, cubriendo un espectro de edades y nacionalidades realmente sorprendente. Pero también está el Pablo músico, un artista inquieto e inconformista que ha seguido estudiando y encontrando inspiración en los géneros musicales más variados, desde los más nuevos más clásicos. ¡Casi nada!
-¿Por qué un parón de dos años?
Con ‘Prometo’ quería dar un paso en mi carrera. No hubiera podido hacer ‘Prometo’ sin el parón de dos años que me impuse. Componer y escribir sus temas con tiempo y serenidad ha sido como una catarsis, porque he podido leer mucho y escuchar a muchos autores nuevos, quitándome prejuicios. Desde la música electrónica hasta la latinoamericana, pasando por los últimos estilos urbanos. Yo soy músico y el encasillamiento me asusta. Por eso hay tantas influencias en este disco. Es un disco de puertas abiertas».