Como sabemos, nuestra piel se expone de manera continua a diversas agresiones del entorno como el viento, el frío o la humedad. Por eso es esencial cuidarla siempre, pero de manera especial en épocas en las que estas agresiones son mayores, como lo es, por ejemplo, el invierno o el verano con el calor. Y es que los cambios bruscos se notan mucho en la piel.
Los cambios de temperaturas habituales en invierno provocan que nuestra piel se deshidrate y se reseque. Además, el viento y la humedad propician que la piel se cuartee y se vuelva áspera.
¿Cómo cuidar nuestra piel para tenerla más hidratada, suave y luminosa? Lactovit nos recomienda 4 sencillas cosas que harán tu día a día más fácil para tener la piel perfecta.
• Uno de los momentos clave lo encontramos en nuestra ducha diaria: es aconsejable ducharse con agua no demasiado caliente para evitar que se resienta la piel.
• La piel del cuerpo debe estar muy bien hidratada, para ello es recomendable usar geles y cremas corporales que contengan ácido láctico y/o urea para potenciar la hidratación de la piel, protegerla y nutrirla desde el interior.
• También es recomendable utilizar geles cremosos que aporten un plus extra de hidratación.
• Por último, no debemos olvidar las zonas del cuerpo especialmente expuestas a estas agresiones externas, como son las manos y el rostro. Es importante prestar especial atención a su hidratación, usando SPF para mantener la piel saludable.