La mujer del exfutbolista Santi Cañizares ha dado su primera entrevista tras el triste fallecimiento de su hijo. Por primera vez Mayte García ha estado en un plató, en el del programa de Amigas y Conocidas, donde abrió su corazón y charló con Inés Ballester, allí volvió a revivir sin lugar a dudas uno de los momentos más tristes de su vida.
Mayte contó que tanto ella como su familia, son religiosos, son católicos y que gracias a sus creencias han podido sobrellevar esta dura pérdida. Ellos siempre se han refugiado en la fé, algo que también han inculcado al resto de sus hijos.
Una madre que habló sobre su hijo, sobre su pérdida y una vez más demostró una entereza y una fuerza digna de admiración.
“Mi hijo vino a este mundo para darnos una lección de vida a todos. Creo que podemos ayudar de esta manera a todas las personas que lo están pasando mal”.
“El vacío que te deja es inmenso. Yo me conocía todas las pecas de su cuerpo. Su marcha te deja un vacío…pero lo siento muy cerca. Es una pena no verlo, pero lo sentimos. Yo les digo a mis hijas que tienen un ángel de la guarda”.
¿Cómo se supera una ausencia tan terrible?
Al preguntarle por cómo se supera la ausencia y como lo han vivido tanto ella como Santi, su marido, Mayte vuelve a ser sincera y muy clara…
“Hemos sido un ejemplo como pareja. Además de marido y mujer, somos compañeros de vida. Dónde no he llegado yo, ha llegado él. Ha sido un apoyo para mí impresionante”.
“Yo era consciente de que mi hijo se moría, pero no quería. Mi hijo se fue con una sensación de paz, le dije palabras muy bonitas”.
“Mi hijo llevó su enfermedad con una dignidad impresionante. Para mí fue un maestro. La fuerza me la ha dado él, nunca perdió la sonrisa, ni se quejó de nada”.
“Mi hijo vino a este mundo para darnos una lección de vida a todos. Su misión fueron cinco años, pero han sido muy intensos. Nunca he pasado por el enfado”.
“Y mi misión era que mi hijo fuera feliz cada día y que sonriera. A pesar de la tristeza, la enfermedad de él fue una lección, a mis hijas les ha costado entenderlo, pero va a ser un aprendizaje para ellas”.
“A la mayor la fui preparando unos meses antes. Le dijimos que su hermano se iba a un sitio cerquita de Dios”.