Buñuelos, un lujo que al menos una vez al año para el 1 de noviembre día de los Santos podemos permitirnos sin tener un ápice de mala conciencia con la báscula.
Durante los últimos años, los buñuelos se han convertido en uno de los dulces más solicitados para disfrutar en casa, en familia, durante el puente de noviembre. Los buñuelos tienen un tamaño pequeñito, estupendo para saciar las ganas de dulce y además de pueden rellenar de muchos sabores.
Hoy te vamos a dar la receta desde el obrador de Levadura Madre, allí los preparan a diario y son ellos los que nos dan todas las claves.
Son el dulce de la temporada y poco a poco ha ido conquistando adeptos. Tradicionalmente se hacían en las casas y se preparaban con la masa bien frita, espolvoreada con azúcar y también para algunos con un poco de canela, estos eran conocidos como los buñuelos de viento.
Más adelante las pastelerías y obradores los empezaron a rellenar de crema pastelera, nata montada, cabello de ángel, chocolate o trufa.
En las pastelerías artesanas madrileñas Levadura Madre, ellos los preparan cada día con la receta tradicional para después rellenarlos, pero cuál es su secreto…
“El secreto para que el buñuelo quede fino, esponjoso y poco aceitoso es tener cuidado en trabajar bien la masa y freír en aceite bien caliente” – nos comentan sus pasteleros. “Una vez fríos, se rellenan con una manga pastelera. Tienen que quedar gorditos, bien llenos, pero con cuidado de que no se rajen o se rompan por haberlos cargado demasiado”.