Hay una razón de peso para investigar la composición de los productos que utilizamos en nuestras rutinas de belleza: Los cosméticos contienen tóxicos y nuestra piel se los come. Para evitarlo, pásate a la cosmética verde y cerciórate de que lo es.
Sustancias como los parabenos, ftalatos, parafina, Polyethylene, alcoholes, PEG, aluminio y un sinfín de puntos suspensivos, son las causantes de multitud de problemas en la piel y el organismo, debido a su uso permitido en cosmética. A menudo sucede que la lista de tóxicos utilizados se esconden tras otros nombres y es imposible localizarlos todos.
Dejando a un lado las enfermedades más graves, que el uso continuado de estos ingredientes se sospecha que pueden ocasionar, su efecto negativo en la piel está más que comprobado (Alergias, granitos, eccemas, atopía…) Depende del tipo de tóxicos pero, tal y como afirma Natalia Olmo, creadora de Maminat, “en ocasiones, son disruptores endocrinos y pueden afectar alterando las hormonas y su funcionamiento normal” Otras veces, “el problema salta a la vista, cuando estos ingredientes nocivos provocan problemas en la piel en forma de dermatitis atópica, eccemas, acné, irritaciones, etc.”.
Cuáles son los tóxicos más comunes
Un sulfato como el Sodium Lauryl Sulfate, presente en muchos champús, que limpia el cabello pero que, sin embargo, abrasa la piel y retira su brillo.
Lo que las etiquetas llaman parfum o fragance. A priori, son aromas muy agradables, sin embargo, aclara la creadora de Maminat, “son perfumes sintéticos y suelen dar bastantes reacciones alérgicas”.
Petrolatum, paraffinum… y todos aquellos derivados del petróleo, muy presentes en bálsamos labiales, se deberían eliminar.
Del mismo modo, prosigue Natalia, “los conservantes más famosos: los parabenos, suelen ser los más habituales. Son grandes conservantes para un cosmético, pero interfieren en nuestro sistema endocrino”. Es fácil localizarlos en el etiquetado de los cosméticos porque suelen llevar el sufijo «paraben».
Los ftalatos, asimismo, son de los tóxicos más habituales por su efecto plastificante. Se dan mucho en esmaltes de uñas, lacas o champús.
¿Podemos hacer limpieza de tóxicos?
“Lo que le hayamos hecho a nuestra piel, ya está hecho, porque tiene memoria” señala Natalia. Ahora bien, sí es posible ir sanando y mejorando la piel con el uso de una cosmética natural de verdad. Para ello, es muy importante cerciorarnos de que estamos ante una marca que verdaderamente trabaja de forma natural y que, por ejemplo, utilice conservantes naturales en lugar de los parabenos y productos que sustituyan a los sulfatos.
Maminat cumple estos requisitos como marca ecológica. Su objetivo es la cosmética natural y ecológica con materias primas autóctonas, plantas, aceites esenciales y ecológicos. Todos sus ingredientes están admitidos por Ecocert. Sus productos no contienen conservantes artificiales, por consiguiente tiene fecha de caducidad de aproximadamente un año. La piel tolera mucho mejor los productos naturales ya que, los absorbe de una manera más sencilla y por tanto su aplicación es más eficaz. Además, este tipo de cosmética cuida, regenera y protege la piel sin provocar daños colaterales.
Sus productos se pueden adquirir a través de la web www.maminat.com.