Que la playa es la opción preferida de los españoles por encima de la piscina es una afirmación que muchos no comparten, ya que el 93% de los españoles admite que van a la piscina porque les agrada, mientras que el 7% lo hace porque no les queda otra opción. Así se extrae de una encuesta realizada este verano por Krissia® que es, además, una buena noticia para nuestro organismo, ya que tanto si vamos por gusto como por obligación, la piscina puede ser un gran aliado para mantenernos en forma mientras nos divertimos y nos refrescamos.
Y es que un baño en la piscina o en la playa puede ayudarnos a lucir este verano un cuerpo diez. Ambas opciones no son solo sinónimo de vacaciones y desconexión, sino que taMmbién facilitan el control del peso, mantener el cuerpo tonificado y, en ocasiones, aumentar la resistencia.
Por ello, los expertos de Krissia® recomiendan poner en práctica unos sencillos ejercicios para no perder la buena forma y compensar los excesos del verano. Tal y como destaca Natalia Ramos, del equipo de Nutricional Development and Education en Angulas Aguinaga, empresa matriz de Krissia®, “el hecho de flotar convierte a la piscina -o playa- en una opción muy cómoda y divertida para hacer ejercicio a la vez que se reduce el impacto”. Asimismo, Ramos recuerda que tampoco debemos olvidar la dieta sana y equilibrada durante el verano. En este sentido, “una ensalada completa como, por ejemplo, de canónigos, zanahoria, tomates cherry, quinoa, queso fresco y barritas Krissia® aliñada con aceite de oliva virgen extra, vinagre y albahaca es una opción fresca que ayuda a saciar el apetito y aporta nutrientes interesantes para hacer frente a una jornada de ejercicios acuáticos”.
Los ejercicios que nos ayudarán a mantener la forma este verano mientras nos divertimos o nos refrescamos son:
1.Andar y correr. Para ir calentando, hay que colocarse en una zona de la piscina donde el agua llegue hasta la cintura y empezar a andar. Poco a poco hay que ir aumentando el ritmo hasta empezar a correr. Tienes que notar que estás arrastrando a alguien desde la cintura, ya que el agua actúa como una barrera que opone resistencia a tu paso.
2.Abdominales (superiores e inferiores). Para hacer estos ejercicios, debemos colocarnos en el borde de la piscina. En el caso de los abdominales superiores, hay que apoyar las piernas en el borde de la piscina, los glúteos pegados a la pared y las manos en el pecho; así, hay que ir subiendo y bajando. Es recomendable hacer varias series de repeticiones y combinar los abdominales cortos y largos.
Para el segundo grupo de abdominales, los inferiores, hay que colocarse en una zona donde el agua cubra hasta el pecho y darle la espalda al borde de la piscina. Apoyamos las manos en el mismo y elevamos piernas para después ir estirándolas y recogiéndolas hasta el pecho, así hasta varias series de repeticiones.
3.Sentadillas. Las sentadillas son un must en cualquier rutina de ejercicios de tonificación y, en el agua, no podían faltar tampoco. Con el agua hasta la cintura, hay que ir haciéndolas como si estuviéramos fuera del agua. Además, también se pueden alternar distintos tipos de sentadillas como la isométrica, sin subir ni bajar, o las sentadillas sumo, que es igual que la normal, pero con la apertura de piernas mayor que nuestras rodillas.
4.Bicicleta: Para hacer este ejercicio es necesario ir a la parte más honda de la piscina, de manera que nuestros pies no toquen el suelo. Como su nombre indica, se trata de pedalear en el agua y, cuanto más rápido lo hagas, mayor será la intensidad del ejercicio. Recuerda combinar tanto el sentido hacia adelante como hacia atrás para conseguir hacerlo más completo. Si quieres sumarle más intensidad todavía, saca las manos fuera del agua e intenta elevar tu cuerpo un poco hacia el exterior del agua.
Después de esta rutina de ejercidos, y para relajar todos los músculos, es importante estirar al igual que lo haríamos en un gimnasio. Además, para terminar, podremos disfrutar de la desconexión y relax haciendo el “muerto” en el agua, que consiste en estirar todo nuestro cuerpo en horizontal en el agua y flotar.
Algunos de estos ejercicios también pueden hacerse en la playa, como son la bicicleta, las sentadillas y el andar o correr. De hecho, para andar y correr, el ejercicio será aún más efectivo, dado que la arena añade una dificultad y el desplazamiento en ella es más difícil que en un suelo liso.