Si estás pensando en organizar una cena o una comida en casa, ahora que parce que vamos a salir menos, y quieres que tu mesa sea la envidia de los comensales, será fácil conseguirlo con flores. Una flores que convertirán una mesa solo para dos o para una pequeña reunión en un momento inolvidable.
Y es que las flores son las aliadas perfectas para que la mesa y la ocasión brillen con luz propia. Además crean hogar y son capaces de transportarte al exterior, sin moverte de casa, y rodearte de un efecto natural, tan ansiado en estos momentos.
Desde Interflora te proponen las mejores ideas para lograrlo, desde qué tipo de flores elegir hasta cómo organizar la decoración para que la mesa quede ideal.
Nociones básicas de decoración floral
Antes de nada, lo mejor es tener unas nociones básicas sobre cómo y dónde podemos poner las flores para que luzcan, pero que no resten protagonismo y no desentonen con el resto de los detalles de la mesa.
- Elige flores que no desprendan mucho olor para que no se mezclen con los de la comida o el vino (en su caso).
- Opta por flores resistentes; hay veces que nos encariñamos con algunas muy delicadas que en pocas horas están marchitas.
- No “abarrotes” de jarrones o centros la mesa para que no se pierda la vista entre los invitados y para que no sean un estorbo entre las copas, los platos o los cubiertos.
- Si tu mesa es redonda, elige un centro redondo. Si es rectangular o cuadrada, ponlos de esta misma forma. Si la mesa es muy larga, pon varios, pero siempre de tamaño proporcionado con el espacio libre una vez puesto el menaje correspondiente.
Cómo montar un centro de mesa
Es una idea muy acertada para darle ese toque especial a la mesa. Desde Interflora sugieren hacer un centro de mesa de “técnica orgánica” o, lo que es lo mismo, poner las flores en un recipiente con agua que quedan más bonitas y olvidarse de los típicos centros con base de espuma.
Basta un recipiente de entre 5 y 7 cm de alto (una ensaladera, por ejemplo, es una buena opción) y poner flores entrelazadas con ramitas verdes como hiedra, aralias, camelia, salal… Para dar volumen y profundidad, las flores se ponen, empezando por el centro, de mayor a menor tamaño, terminando por las pequeñas ramas de flores de relleno (flor de cera, astrantia, solidago…), procurando que solo los tallos estén en contacto con el agua (las hojitas que suelen tener ensucian el agua rápidamente; así que mejor, retíralas con una cuchillo).
Pequeños detalles con flores
Además de un centro de mesa, no olvides que puedes añadir detalles con flores que darán un toque artesanal y cercano a la decoración.
- Un bajo plato natural. Hazte con hojas de monstera o de aralia y córtales el tallo. Disponlas bajo el plato y tendrás un bajoplato ideal; sencillo pero ¡precioso!
- Si los usas, entrelaza una flor en ellos y verás qué cambio dan. Utiliza flores que duren sin agua como el cymbidium, celosía o la craspedia. Incluso puedes usarlas para hacer “marcasitios”. Basta con una tarjeta con el nombre y una pequeña flor prendida en la misma.
- Dale un toque a las sillas. ¿Por qué no decorarlas con flores? Ponlas en la parte trasera y parecerán otras. Los kalanchoes son unas pequeñas flores, de colores diversos, que les darán un aire muy natural.
Flores que quedan genial (y otras que debes evitar)
Si quieres montar una decoración original, Interflora te propone que uses la gloriosa, la celosía y la craspedia. Son flores poco comunes, con colores intensos, que llenarán de luz cualquier ambiente. Pero si quieres especies más clásicas no fallarás con rosas de jardín y hortensias otoñales con sus característicos tonos verdes y marrones.
También cabe recordar que hay otras especies que no conviene poner en una mesa. Olvídate de flores como el lilium oriental, los nardos o el allium, por su olor poco agradable.