La Navidad está a la vuelta de la esquina y la Flor de Pascua, también conocida como Poinsetia, es una planta que forma parte de la decoración de muchas casas en estas fechas. Aunque parezca delicada, no lo es tanto. Interflora te cuenta como cuidarla para que la disfrutes mucho tiempo y que luzca siempre como recién comprada.
- No la expongas a bajas ni altas temperaturas (la calefacción es su enemiga y provoca que se caigan las hojas). Lo mejor es mantenerla en un ambiente que esté entre 16 y 22º y evitar la sequedad ambiental.
- Ponla en un lugar que le de la luz y la claridad pero no el sol directo, porque se queman las hojas. Tampoco la expongas a corrientes de aire; las hojas podrían caerse.
- Basta con regarla dos veces por semana con agua no demasiado fría y dejar que el sustrato se seque entre ambos. Hazlo de forma indirecta y así no se estropearán las hojas. Pon un plato debajo con agua, espera unos 15 minutos y retirar el agua sobrante.
- Si aparecen manchas en las hojas o las puntas se ponen marrones, es posible que le haya faltado agua a la planta en algún momento. Vigila que la tierra no esté seca demasiados días.
- Cuando pasen las fiestas, pasa la flor a una maceta un poco más grande para que siga creciendo y si tienes la suerte de tener un jardín o una terraza, plántala en el exterior en algún espacio protegido de las heladas. Pasadas las Navidades puede que pierda parte de sus hojas inferiores y conserve algunas superiores. No te preocupes, es algo normal.
- Cuando la trasplantes, poda los tallos a unos 10 cm de la base y siempre por encima del nudo de las hojas. Unos 3 meses después de comprar la Poinsetia, es bueno que añadas algo de abono líquido regularmente en el agua de riego. Así la planta tendrá un color verde intenso y estará más fuerte para recuperar su bonito color rojo en la siguiente Navidad.