Una cosa es la tripanofobia: miedo irracional a las inyecciones y agujas, cuyas víctimas pueden llegar a poner en peligro su salud al evitar vacunas o analíticas. Y otro asunto es un miedo repentino a esta vacuna contra la Covid-19, dadas las circunstancias vividas durante un año y medio de pandemia.
Durante todo este año, la ansiedad y la incertidumbre se han apoderado de muchos de nosotros al encontrarnos con tanta información contradictoria y un bombardeo constante de noticias, incluso a veces opuestas, que han contribuido a aumentar más esta ansiedad.
Si a esto añadimos que existen personas aprensivas e hipocondríacas, o personas con alta necesidad de control, la desconfianza y preocupación son aún mayores.
Según la experta psicóloga Laura Palomares, del Centro de psicología madrileño Avance Psicólogos, esto es lo que debemos hacer para prepararnos ante la vacuna.
• Busca información a través de una fuente muy fiable y precisa. Lo mejor es preguntar a tu médico de cabecera o acudir a revistas médicas muy fiables,
• Una vez que consigas esta informacion, es muy importante no buscar más. No contrastes por otras vías tratando de comparar y no compruebes a través de otras fuentes porque, en esta búsqueda de control, solo conseguirá aumentar la ansiedad.
• Prohibido rastrear en internet buscando síntomas o efectos secundarios. Quédate con tu primera información fiable o de lo contrario te mantendrás en la espiral de la ansiedad.
• Una vez que te han puesto la vacuna, intenta no chequearte: no te tomes la tensión, ni la temperatura, no andes preguntando a la gente si tienes buena cara, etc. Simplemente , quédate con la información necesaria por temas de salud, que te proporcionan en el centro donde te hayan vacunado y ya está.
• A nivel cognitivo, cuando te vengan los pensamientos catastrofistas es muy bueno comprender el origen de esos miedos. Saber de dónde vienen y relativizar es de gran ayuda. Tratar de comprender que solo son pensamientos obsesivos y que aunque los pienses no significa que vayan a suceder en realidad.
• Por último, es fundamental ser consciente de las ventajas que te van a aportar la vacuna a largo plazo. Para ello, visualízate con los tuyos (ya vacunados) llevando una vida más normal.
Y de forma altruista, piensa que, también, hay una parte de responsabilidad con los demás.