Con un concepto tan sorprendente como bueno, el restaurante Wakka se ha convertido, a pesar de sus apenas tres meses de apertura, en un sitio de referencia para comer bien y tomar algo. Su excelente atención y sus propuestas gastronómicas, de estilo cantonés y japonés, son de escándalo. Ya, desde que entras, te das cuenta de que es diferente, con la entrada flanqueada por dos panteras, animal clave en el sureste asiático. Su decoración es llamativa, elegante a la par que desenfadada. Cuentan con un grafiti enorme, un mural con letras japonesas de bambú y unas sombrillas en el techo en forma de lámparas de lo más divertidas y exóticas.
Como nos cuentan desde el restaurante, es el sitio perfecto para que el cliente “se deje sorprender”. Además, este nuevo local “se sale de la línea del resto del grupo, que apuestan por una comida castiza de toda la vida”. Como secreto, nos han confesado que pronto además tendrán un DJ para alargar esas ricas y sabrosas comidas al son de buena música, otra excusa más si cabe para convertirse en un sitio de referencia y donde pasar buenos momentos mientras se come de manera diferente y rico.
Platos terminados en la mesa, vaporeras de placer y sushi riquísimo y variado. Su filosofía es atrapar al comensal y ser algo “sugerente, sorprendente e irreverente”.
Algunas de sus suculentas propuestas son, como entrante, Palomitas de gambones en tempura, Croquetas de pulpo, mayo japonesa y katsuobushi o su Ensalada de algas wakame con pepinos y manzana verde. Si eres un apasionado del sushi no te puedes perder sus propuestas con Pez mantequilla, boletus y trufa, Atún con ají amarillo y crunchy de tempura, el Toro Vieira con mayo wasabi o su sorprendente anguila con foie y toque de frambuesa. Hay para todos los gustos. Sus dim sums, baos o dumplings harán las delicias del paladar.
Para seguir, su interpretación clásica japonesa con Yakipincho de Wagyu y cebolla crujiente, su Bulgogi de presa ibérica, su Salmón teriyaki, con espinacas, judías verdes salteadas y crujiente de arroz, su Katsu sando -Bocado del cielo- pan brioche con solomillo de vaca y salsa tonkatsu o su rico Bacalao negro con miso. ¡Te sorprenderán!
Si prefieres, también disponen de ricos Wakka tacos, bien de salmón de steak tartar o sus Tatakis, entre ellos, Solomillo de vaca, trufa y chipotle o de Atún, guacamole, ajos fritos y salsa ponzu.
Para acabar de la manera más dulce posible, te costará elegir entre una de las ganadoras, como la Tarta de queso y té matcha, el Cremoso de coco, gel de lima, mango y sorbete de maracuyá, la Tarta húmeda de chocolate, crema de naranja y sake, los Mochis chocobanana o blueberry o sus diferentes helados de cacahuete, mango, maracuyá, chocolate y limón-jengibre.
Desde luego, si había alguna duda, su terraza también es otro imprescindible. Buen ambiente y atención excelente, se convierte en un nuevo imprescindible para esta temporada (y las siguientes).
DÓNDE:
WAKKA
Torrecilla del Puerto, 5, Madrid
Tel: 913883387