Cuando se comienza a sentir la pérdida de cabellos de una manera ingente, es importante ponerse manos a la obra y buscar soluciones lo antes posible. De esta forma se podrá volver a contar con pelo y se evitará la tan temida calvicie.
Muchas personas tienen dudas a la hora de realizarse un trasplante capilar, ya que existen diversos tipos de injertos, distintas técnicas y multitud de clínicas que ofrecen este servicio de cirugía estética. Uno de los lugares pioneros en esta técnica es Turquía, pero en ocasiones pueden surgir miedos o reticencias a realizarse un injerto capilar Turquia. Nada debe dejar más tranquilos a los futuros pacientes que conocer de primera mano cómo funciona esto y qué tipos de injertos se realizan en las clínicas turcas.
Turquía, líder mundial en injertos capilares
Turquía puede presumir de ser uno de los países líderes en lo que a injertos capilares se refiere. Desde hace décadas, los cirujanos capilares de este país han ido mejorando y afinando las distintas técnicas de trasplante capilar, para poder ofrecer a sus clientes europeos y asiáticos garantías de éxito y de seguridad sanitaria.
A la hora de buscar una clínica de trasplante capilar puede ser muy interesante tener en cuenta las ventajas que ofrecen las clínicas turcas, ya que a su saber hacer, experiencia probada y sus buenos precios, se suman un especial detalle con los pacientes, como los traslados desde el aeropuerto hasta el hotel y del hotel al centro sanitario, así como las revisiones e instrucciones una vez realizado el injerto capilar. Igualmente, ofrecen información detallada de los tipos de trasplantes que existen, para que el paciente pueda optar, junto con la sugerencia de su cirujano, a la opción que mejor le convenga. Definitivamente optar por el trasplante capilar en Turquía es una de las mejores opciones si se quiere realizar esta cirugía estética.
Cómo se realizan los injertos capilares
Existen distintas técnicas de injerto capilar, pero todas ellas tienen una fase previa idéntica. Tras una analítica del paciente y una revisión médica del cirujano, este dibuja una línea frontal en la cabeza del paciente para que sirva como límite al trasplante. Se busca en todo momento que el resultado sea totalmente natural.
Empleando anestesia local se van extrayendo los folículos pilosos de la zona de donación, que suelen ser las zonas laterales de la cabeza o la parte posterior (donde no suele caerse el pelo, o lo hace más tarde).
Estos folículos que se extraen, se bañan en una solución química que los conserva y que los deja preparados para el siguiente paso. Mientras, el cirujano realiza en el área receptora una serie de microcanales, que será donde se injerten los folículos pilosos extraídos y tratados previamente.
Esta es la metodología básica, por lo que dependiendo de la técnica que se utilice en este proceso, puede haber algunos cambios.
Tipos de injertos capilares
- Técnica FUE. Es la más utilizada, por su eficacia y sencillez. Sus pasos son los indicados anteriormente.
- Técnica FUE z. Al igual que la anterior, su procedimiento se basa en la apertura de microcanales donde se inyectan los folículos pilosos que se han extraído de la zona donante. La diferencia es que estos microcanales se realizan con hojas de zafiro, en lugar de hacerlo con cuchillas de acero. Esto permite canales más finos y precisos, y menos daño en el tejido, por lo que la recuperación es más rápida.
- Técnica DHI o bolígrafo Choi. En este caso, los folículos pilosos se extraen a través de unas agujas implantadoras o bolígrafo Choi, por lo que no pasan por el proceso químico tras la extracción. De hecho, nada más ser sacados, los folículos pilosos vuelven a ser injertados en la zona alopécica. Este tipo de técnica es la más apropiada para personas con pérdida de densidad en el cabello que no sufren alopecias severas. No sirve para todos los tipos de cabello.