El otoño se convierte en un momento especial para visitar los numerosos bosques que pueblan España. Sus colores rojos, dorados y anaranjados proyectan una especial imagen que puedes disfrutar en familia en una escapada de un día o durante un puente, como por ejemplo el de El Pilar, que está ya a la vuelta de la esquina. No te lo pienses y lánzate a explorar algunos de los más bonitos que cubren el 37% de nuestro territorio. COLORBABY, empresa distribuidora en España de Super Cute; las muñecas bebé súper heroínas que, gracias a sus súper poderes asociados con los elementos de la naturaleza, siempre están listas para salvar el planeta; nos proponen 6 planes para convertir estas escapadas en un éxito.
1.Fragas do Eume – Galicia
Con una superficie de más de 9000 hectáreas, el Parque Natural de las Fragas del Eume es un impresionante espacio protegido en la provincia de La Coruña. Este bosque donde viven menos de 500 personas ofrece una vegetación tan densa que en algunas partes ni deja pasar la luz. Su buena conservación ha hecho posible que se mantenga el manto vegetal típico de los bosques atlánticos. En varios rincones de las Fragas del Eume todavía se pueden contemplar bonitas ruinas de antiguas construcciones: monasterios, molinos, hornos…
Atravesado por el río Eume, esta zona montañosa ofrece desniveles de hasta 300 metros en sus laderas. Gracias al alto nivel de protección, el parque natural alberga numerosas especies de anfibios, como el sapo común, la lagartija serrana, o la salamandra común.
2.Hayedo de Montejo – Madrid
Situado en el extremo norte de la comunidad de Madrid, se trata de un hayedo primigenio. Es decir, que esta zona ha sido completamente preservada de cualquier actividad humana, y nunca fue explotada o reducida.
Declarado de Interés Nacional, las visitas están limitadas en la zona para preservar la diversidad de la naturaleza presente. Podemos entrar en el bosque, pero siempre mediante reserva y acompañado por un educador, que nos enseñará lo más destacable de este entorno y cómo protegerlo.
Debido al pequeño tamaño del hayedo de Montejo su fauna es atípica: podemos observar pájaros carpinteros, jabalíes, corzos, nutrias… Algunas hayas tienen su propio nombre: la más conocida es la Roca, con más de 250 años.
3.Bosque de Gamueta de Ansó (Huesca)
Situado en el Pirineo aragonés, está reconocido como uno de los bosques atlánticos mejor conservados. Poblado por miles de hayas y abetos, en otoño se convierte en un espectáculo de colores diversos que convierten su recorrido en un momento mágico.
Se trata de uno de los últimos refugios para plantas y animales en peligro de extinción, y del mayor conjunto de árboles monumentales de Aragón. El hayedo de Gamueta es un paraje con escasa intervención humana que conserva las características originales de estos entornos naturales.
Con unas 100 hectáreas de extensión, en él se puede disfrutar de diferentes sendas, la más conocida parte desde el refugio de Linza. Desde ellas se puede apreciar el espléndido valle, el barranco y el circo. Durante el paseo, el visitante puede acceder desde el barranco a la cascada de Gamueta que, tras época de lluvia, forma un bonito salto de agua.
Para terminar, muy cerca está la localidad de Ansó, considerada como uno de los villas más bonitas de España y que bien merece una visita.
4.Braña de los Tejos (Cantabria)
Ubicado en la comarca montañosa de La Liébana y fundida con el Parque Nacional de los Picos de Europa, desde él se divisa la montaña Palentina, las sierras costeras de Asturias y Cantabria y, por supuesto, los espectaculares Picos de Europa. Considerado un bosque peculiar por su población de Tejos, una especia robusta y longeva que alcanza más de mil años de edad, que era el árbol sagrado de los cántabros.
Con más de 1400 m de altitud, se puede recorrer en una senda circular de 16 km donde se observan otras especias arbóreas autónomas como robles, castaños, abedules y fresnos, mientras la vista se funde con la imagen de montañas, valles y pueblos costeros.
5.Bosque de Muniellos (Asturias)
La Reserva natural de Muniellos ubicada en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, en el sureste de Asturias tiene una flora y una fauna únicas en Europa.
Paseando por las coloridas sendas de este parque, es posible cruzarnos con una multitud de aves de tamaños diferentes, desde el carbonero común hasta el águila real. Los mamíferos también tienen su espacio con osos pardos o lobos, zorros y gatos monteses.
Las Tablizas es el Centro de Recepción de visitantes de Muniellos. Acoge a los visitantes, e informa sobre la increíble diversidad biológica del lugar y su preservación. Tras la visita podemos escoger uno de los muchos senderos y descubrir sus innumerables secretos.
6.Bosque de los Alcornocales (Cádiz)
Entre Cádiz y Málaga, se extiende el increíble parque natural de los Alcornocales que se prolonga a lo largo de casi 170.000 hectáreas de terreno. Es una de las poblaciones de alcornoques más grande del mundo, donde la riqueza en humedad del suelo ha dado lugar al nacimiento y buena conservación de una flora muy singular, la Laurisilva, donde tienen una presencia relevante el laurel, rododendro, el acebo o el aliso.
Este alcornocal tiene especiales peculiaridades como sus árboles de gran altura (a diferencia de oros alcornocales más bajos) que forman grandes bosques. Alcornocales que conviven con otros especies como los quejigos o los robles andaluces. Una masa forestal en la que habitan multitud de aves como cigüeñas, milanos o águilas que reposan en este bosque para luego migrar y cruzar el cercano Estrecho de Gibraltar.