Llegado el nuevo año nos planteamos propósitos de cuidado para recuperarnos tras los excesos navideños. No sólo hemos de poner atención a los kilos adquiridos tras las copiosas comidas y cenas que hemos celebrado, es importante no olvidarnos de nuestra dentadura y de su recuperación después de la Navidad.
Según el odontólogo Iván Malagón, una revisión dental en este momento puede tener un “doble beneficio para nuestros dientes: detectar a tiempo las secuelas que los excesos navideños hayan podido dejar en nuestros dientes y encías, y marcar el calendario de revisiones dentales periódicas para este año”.
Los excesos navideños afectan en gran medida a nuestros dientes y las cifras lo demuestran: el 50 % de las caries se producen en esta época navideña. Por ello, es importante revisar nuestra dentadura para detectar a tiempo las consecuencias que los cambios de rutinas propios de estas fechas hayan podido repercutir en nuestra dentadura.
Principales causas de las caries
• La relajación en los hábitos de higiene
• Las celebraciones y los brindis con cavas, champagnes, vinos y otras bebidas, poco beneficiosas para nuestros dientes.
• Los cambios en la dieta
• El exceso de dulces propios de estas fechas.
Consejos para no sufrir las «caries navideñas»
El Dr. Iván Malagón aconseja no dejar de lado los cuidados de nuestra dentadura, ya que, si hacemos lo contrario, puede traer consecuencias negativas: “Al igual que nuestro cuerpo, nuestros dientes necesitan ser revisados tras los excesos navideños. Es fundamental volver a las rutinas de higiene y a los cuidados diarios. Es importante revisarlos y acudir al dentista si notamos dolor o síntomas anormales en nuestra boca, ya que si no se pusiera remedio, el problema podría ser mayor en un futuro”, según comenta el doctor.
Es importante recordar que una boca sana nos ayuda a mantener la salud general, al permitirnos masticar y tragar los alimentos eficazmente para absorber los nutrientes. Este profesional El Dr. Iván Malagón, nos recuerda estos cuidados que nos pueden ayudar a volver a lucir unos dientes perfectos en el año que comienza:
• La regla básica: cepillar los dientes después de cada ingesta de comida y, al menos, tres veces al día. Nunca hay que irse a dormir sin haberlos lavado y sin haber usado seda o hilo dental entre los dientes.
• Atentos a los colutorios: antes de usar cualquier colutorio es mejor consultar a un especialista para que nos indique el más adecuado para nosotros.
• En la boca no solo hay dientes: se debe mantener una correcta higiene de la lengua y paladar mediante limpiadores linguales o, incluso, con el propio cepillo. Para evitar que las encías se inflamen y sangren, es importante realizar masajes con movimientos circulares en cada cepillado.
• Cambio de cepillo: normalmente cada 3 meses, o siempre que las cerdas hayan perdido la forma y estén despuntadas.
• Tener en cuenta qué bebemos: evitar beber con frecuencia bebidas carbonatas o zumos ácidos (naranja, limón o pomelo). Son capaces de descalcificar el esmalte de los dientes y provocan el desgaste prematuro. Otros como el café, el té o el vino pueden teñirlos. Usar pajitas para beber estos líquidos podría ser un buen consejo.
• Los cambios no son buenos: un cambio brusco de temperatura en los alimentos provoca aumento de la sensibilidad e, incluso, inflamaciones de los vasos sanguíneos del interior de los dientes.
• Cuidado con el azúcar: las bacterias productoras de caries se nutren especialmente de los alimentos ricos en azúcares. Es importante reducir su consumo y cepillar los dientes inmediatamente.
• Las proteínas, nuestro aliado: aumentar el consumo de proteínas, calcio, flúor y vitaminas A, C, D y K.
• Fumar, perjudica la dentadura: el tabaco provoca pérdida en la permeabilidad de las mucosas, es decir, disminuye la oxigenación de todo tejido, dando lugar al envejecimiento prematuro y ausencia de salud de los tejidos que rodean al diente.
• Básico, visitar al odontólogo: si los excesos navideños han provocado daños o han alterado la salud de los dientes. La visita al dentista tiene que realizarse, además, dos veces al año como medida de prevención y para realizar una limpieza profesional.