Estamos en el 2022, pero ¿es equiparable este momento al bienestar en el trabajo y nuestro entorno laboral en general? ¿Nos sentimos realizados?
Maiana García, psicóloga de emotium , reflexiona, aprovechando que el próximo día 1 de mayo es el día del trabajador, que “en pleno siglo XXI los trabajadores siguen enfrentándose a algunos de los retos que venían dándose en los últimos años, entre ellos, la dificultad para conciliar vida personal y familiar, la falta de estabilidad laboral y la elevada exigencia del sistema. A esto se suman cambios producidos en el modelo de trabajo tras la pandemia del covid, con especial predominancia del cambio en la forma de trabajar con el teletrabajo y la digitalización, y nuevas exigencias formativas”. En resumen, explica, “estamos inmersos en un sistema que sigue impulsando la exigencia y la renovación, y que permite una mayor flexibilidad en el trabajo”. En este contexto, la profesional incide en que, ante estos cambios, ayudará desarrollar el autoconocimiento y la autogestión emocional para enfocar el trabajo de forma más saludable.
4 consejos:
Ten tu propósito claro, lo que quieres que aporte tu trabajo
Tener claro el propósito o valor que te ayuda a alcanzar tu trabajo, incrementa mucho la motivación y te ayudará a recuperar el sentido en lo que haces. Focalizarte en cómo lo que has hecho durante el día te acerca a tu propósito, y es un paso más en esa dirección que te hará sentir más confortable en tu trabajo.
Haz una buena gestión del tiempo
Para ello es necesario valorar de forma realista el tiempo que necesitamos para cumplir con nuestras obligaciones y el tiempo del que disponemos. En la medida que conocemos bien a qué nos tenemos que enfrentar y nuestras posibilidades ajustaremos la exigencia a la que nos sometemos, reduciendo considerablemente el estrés.
Delimita bien el tiempo y espacio dedicado al trabajo y prioriza el autocuidado
En el caso del teletrabajo se facilita que los estímulos de la casa se asocien con trabajo, por lo que se difumina el límite entre lo laboral y lo personal. Es relativamente fácil continuar trabajando fuera del horario, o caer en la tentación de hacer seguimiento a temas que hayan quedado pendientes. Por ello, es recomendable delimitar un espacio y herramientas concretas para el trabajo, en lugar de realizarlo en distintas ubicaciones de la casa o distintos dispositivos. Tener una estancia y mesa fija donde trabajamos, un móvil y ordenador (o sesión) desde realizamos exclusivamente labores del trabajo, y entrenarnos a únicamente trabajar en los horarios establecidos para ello.
Asimismo, incide García, también es bueno crear nuevos estímulos que nos “recuerden” el momento para disfrutar, una agenda de actividades gratificantes y empezar a practicarla, así como equilibrar la balanza entre obligaciones y reforzadores incrementará nuestro estado de ánimo, y lo más importante, aprenderemos a hacer otras cosas que nos ayudan a sentirnos bien y a cuidarnos.
Aprende a soltar los pensamientos sobre el trabajo, focalízate en el aquí y el ahora
Unido a lo comentado anteriormente, no solo es necesario que dediquemos tiempo a hacer otras cosas que nos gustan y nos proporcionan disfrute, sino que es necesario que nos conectemos completamente con esa actividad. Dejar de lado pensamientos ‘rumiativos’ sobre tareas pendientes o próximas, y volcar los cinco sentidos en el presente. Una buena forma de hacerlo es ir centrando la atención primero en el sentido de la vista, fijándote en lo que ves, después en el sentido del oído, y valorar qué sonidos o ruidos escuchas… y así con todos los sentidos. Entrenando esta capacidad poco a poco irás logrando reducir el estrés y enriqueciéndote con lo que haces.