En los últimos 10 años, el número de madres que dieron a luz con más de 40 años en España se ha duplicado. El retraso de la maternidad se debe a diferentes factores, como la inestabilidad laboral, las condiciones económicas y sociales, o los problemas de fertilidad. Sin embargo, a partir de los 40 años, la calidad y cantidad de ovocitos es más baja, por lo que, en muchos casos, es necesario recurrir a técnicas de reproducción asistida para poder ser madre.
Actualmente, entre el 16% y 20% de las parejas españolas en edad reproductiva sufre problemas de esterilidad1, una cifra que ha aumentado en gran medida debido al retraso de la maternidad. Además, el paso de los años supone inexorablemente una disminución de la capacidad reproductiva, que se agrava fundamentalmente a partir de los 42 o 43 años2. Sin embargo, “gracias a los nuevos avances en reproducción asistida, se puede lograr un embarazo en pacientes a esas edades con tratamientos personalizados”, explica el Dr. Fernando Sánchez, responsable de la Unidad de Edad Materna Avanzada de Ginemed.
La prevención es el primer paso para cuidar nuestra fertilidad
El avance científico hace posible que podamos preservar la fertilidad sin que el paso del tiempo afecte la calidad de nuestros óvulos. No existe una edad máxima para congelar óvulos, si bien los mejores resultados se obtendrán si se realiza la preservación de la fertilidad en mujeres menores de 35 años -de los 25 a los 35 años la capacidad reproductiva de las mujeres desciende hasta un 50%-.
“Es importante reseñar que los ovocitos preservados mantienen sus capacidades plenas, independientemente del paso de los años. De ahí que estos óvulos mantengan el mismo potencial de embarazo de la edad a la que fueron extraídos”. La extracción de óvulos es un proceso sencillo, rápido e indoloro. Tras la punción folicular, los óvulos pasan a ser vitrificados en laboratorio a una temperatura de -196º y conservados en nitrógeno líquido.
Se recomienda la preservación de la fertilidad a mujeres que han visto retrasado su deseo de maternidad, y a mujeres en las que su situación clínica esté comprometida. No solo las enfermedades como el cáncer pueden afectar a la fertilidad, existen otras como la artritis reumatoide, la menopausia precoz o enfermedades autoinmunológicas que afectan la capacidad reproductiva.
Fecundación in vitro (FIV-ICSI) con óvulos de donante, el tratamiento con mayores tasas de éxito
Si la mujer ha cumplido los 40 y no ha podido preservar su fertilidad, existen otras posibilidades para conseguir el embarazo. Es el caso del tratamiento de Fecundación in vitro (FIV-ICSI) con óvulos de donante, el tratamiento con mayores tasas de éxito. La ovodonación permite lograr una gestación en mujeres que no lo han conseguido en tratamientos previos con óvulos propios.
“La tasa acumulada de embarazo en un tratamiento de ovodonación aumenta con el número de transferencias, superando el 90% tras la tercera transferencia; aunque no siempre es necesario realizar más de una para conseguir el embarazo”, concluye el doctor Fernando Sánchez.
Referencias
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https://www.sefertilidad.net/docs/biblioteca/libros/libroBlanco.pdf
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https://www.ginemed.es/cual-es-la-mejor-opcion-para-ser-madre-a-partir-de-los-40-anos/
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https://www.ginemed.es/la-edad-factor-clave-fertilidad/