Llega el esperado verano, momento en el que la mayoría de trabajadores tiene unas merecidas vacaciones para desconectar y coger fuerzas para el “nuevo curso”. Y es que, como afirma América Lizcano, es fundamental “hacer un break”, mayor o menor en función de cada uno, pero descansar, cambiar de aires y evadirnos de la rutina. Eso sí, es muy importante planificar ese periodo vacacional, para no llevarse sustos.
“Una de las cosas que yo les recomiendo es que sean realmente sinceros con la cantidad de dinero que tienen disponible para sus vacaciones. Por eso, lo primero que deberían realizar es reservar esa partida, incluyendo no solo el viaje en sí, sino también tener en cuenta las comidas, actividades, seguro, etc. Y, a raíz de ahí, empezar a planearlas de manera objetiva (días reales que podemos estar fuera, si en nuestro país o fuera, si necesitamos transporte una vez en el destino, etc). Así, Lizcano ofrece 5 prácticos consejos:
Buscar aplicaciones donde haya descuentos y cupones. Cada vez hay más webs dedicadas a ello, con las que se puede ahorrar bastante, por ejemplo, con los vuelos, el alquiler de un coche de manera más económica una vez llegado al destino vacacional, en determinados hoteles por fidelización o incluso ofertas en algunos restaurantes…
Distribuir el dinero para tareas específicas. Viajar no solo es ir a un destino, es descubrirlo, hacer excursiones, comer lo típico, relacionarte con locales, hacer actividades…Es muy importante saber qué es lo que realmente queremos hacer, cuáles son nuestras prioridades y las actividades indispensables que nos hacen mucha más ilusión y destinar esa partida de dinero para ello.
Investigar qué actividades podemos realizar también al aire libre que no nos representen un gasto muy grande y con las que podamos disfrutar de manera más económica como caminar por sitios especiales recomendados por los lugareños de la zona, y conocer el destino de manera única, salir a tomar fotos o hacer un picnic fuera, es otro consejo. Este tipo de cosas nos ayuda a que podamos socializar con otras personas y además de eso no gastemos tanto dinero, asegura la experta.
Investigar y comparar los precios antes del viaje, además de pequeños detalles con los que se puede ahorrar como, por ejemplo, llevar algunos snacks en el bolso, para picar entre horas, y es muchísimo más sencillo para aprovechar a hacer excursiones y tengamos más dinero para utilizarlo en otras cosas extra con las que se quieran disfrutar.
Por último, la experta recuerda lo importante que es agradecer lo que se puede disfrutar. “Quejarse no permite que se aprecien las cosas que se tienen alrededor. Hay que mantener los ojos de turista y dar gracias por cada pequeña cosa que se pueda disfrutar, proyectándose a lo que se desea para el próximo verano.