Cuando por accidente la tapicería de tu sofá de tela se manche de sangre, lo primero es no perder tiempo y quitarla de inmediato. Si la sangre se seca nos resultaría mucho más complicado. Así que rápidamente, moja un buen trozo de algodón con agua oxigenada, que esté bien humedecido y colócalo sobre la mancha, sin frotar, intentando que empape, de esta manera el agua oxigenada absorberá toda la sangre sin dejar mancha en el sillón. Casi como en un truco de magia, no quedará ni rastro.