PARÍS MON AMOUR, MON AMOUR PARÍS!!!

PARÍS MON AMOUR!!!! Realmente es así, es la ciudad de la luz y del amor. Acabo de regresar de un viaje fascinante de apenas 48 horas, pero que han sido como un cuento de hadas, con sus princesas y príncipes… Y yo sintiéndome como una Reina.

Cuando uno viaja fuera de su entorno, a cualquier lugar que le saque de tu escenario habitual, todo es fascinante, todo es nuevo, aunque ya hayas estado en otra ocasión… Claro, como digo siempre, hay que tener la posibilidad, oportunidad y medios para poder hacerlo… De todas formas, aunque vayas a pocos kilómetros de tu residencia, dependiendo de con quién vayas y con qué estado de ánimo emprendas ese viaje, también puede resultar interesante y divertido… Todo es cuestión de la actitud.

A este viaje yo iba con mucha ilusión… París siempre merece la pena… siempre. Pero además, iba al encuentro de una gran amiga, que se ha instalado en aquella bella ciudad y además, como digo, me iba a hacer vivir un sueño… ¡¡¡¡Realmente ha sido todo tan mágico!!!!

Fue mágico desde que me subí al coche cama en Madrid, a las 18 horas. No me gusta el avión, si puedo evitarlo, lo hago… Pero me apasiona el tren… Es cuando realmente viajas, vas poco a poco dejando «el pasado»… lo vas dejando atrás con el agradable traqueteo del vagón… Pasas por diferentes estaciones, donde hay personas que se bajan, era las que les toca… y otras se suben, cogen quizás el último tren?… El viaje a París es largo… es un «gran viaje» como a la antigua usanza, se tarda 14 horas… Te tumbas en la cama del vagón… No duermes, eso es así, por la misma excitación del viaje y por el balanceo continuo, que quizás te ayuda a un duerme vela… pero poco más… Es lo ideal para viajar con un amor… Ese coche cama con un amor… horas y horas meciéndose abrazados, juntos muy juntos… las camas así lo requieren y uno así lo desea…

Llega uno a Paris e inmediatamente un@ se encuentra bell@… Tiene que ser así, lo que va uno viendo en el recorrido con el taxi hasta el hotel o el lugar de destino… te hace sentir especial… tienes que estar a la altura de las circunstancias… te vas impregnando de lo que uno ve de tal manera que te transformas…

En mi caso, además,  iba a un maravilloso lugar, donde nada más llegar me cogieron suavemente en volandas y un equipo de 11 personas me hizo sentir la mujer más importante del planeta en las 9 horas que estuvimos en la sesión… Algo muy bello se ha realizado, mucho… Lo de menos soy yo… Es todo lo que sucedió en ese tiempo… Qué feliz se es cuando se es feliz…

Luego el recorrido por esa ciudad, llena de arte en cada esquina, en cada lugar… Todo lo que uno ve y llega a abarcar es bello, muy bello… A la gente se la ve contenta por la calle, los amantes se aman… se besan por la calle… esto en España no se ve ya… Hay amor, hay luz. Claro está que también tiene sus sombras, las tiene… pero incluso sus sombras tienen un arte y charme especial… en la farolas y en las calles de adoquines, me imagino a la Piaf cantando el himno del amor… que en español dice algo así como: “Que me importa que el mundo se caiga, si tú me amas…”. Me encantan las canciones en francés… es el idioma por excelencia para cantar, sobre todo canciones de amor…

Como cuidan su ciudad, pero sobre todo su cultura… su teatro, sus autores… Los aman… Aquí no es igual, no, no lo es… Saben que la cultura es la base y el principio de todo y la miman…

Que bella es la belleza… Han sido pocas horas, pero he sido feliz, me han hecho sentirme -entre otras personas mi querida amiga Maria Espí- bella y con alas, alas para volar…  La ciudad me ha llenado de una luz que espero no se apague en mucho tiempo… QUISIERA QUE TODOS, PERO TODOS… TENGAMOS NUESTROS MOMENTOS MÁGICOS Y BELLOS… Puede ser en cualquier lugar… lo importante es quien tengas enfrente,  ese espejo en el que te miras, que lo que esa persona refleja de ti sea lo mejor… QUE TE HAGA SENTIR LA MÁS…

Cristina López del Hierro