Foto de portada: Photo © M.G.C.G
MAD Generation Consulting GROUP
Al no escuchar LAS PALABRAS PRECISAS, esas píldoras balsámicas que pudieran amortiguar en «algo» el dolor causado por un desengaño, una decepción, una brusca despedida, una mutilación emocional y de sentimientos… Si no existen… si sólo hay PALABRAS MUDAS… si uno no se puede «agarrar» a lo que uno quiere escuchar, para que uno pueda asimilar, aliviar el estado en el que uno se queda o se encuentra… más bien, muy al contrario, donde uno SE PIERDE entre el dolor, la perplejidad, el no ENTENDER para poder COMPRENDER… A uno de pronto le invade un frio invierno por dentro, un inmenso vacío, un hueco gris….
Se le queda a uno el alma ARRUGADITA DE TANTO REMOJO… de tanta lluvia por dentro….
Como un inmenso solar vació, donde el viento ruge por las esquinas y hace volar a su antojo los recuerdos de la memoria…
¿Por qué? Me pregunto… Por qué no sabemos o no podemos decir LAS PALABRAS PRECISAS… para de alguna manera poder CALMAR la zozobra que te invade, la desazón por la decepción… y por el dolor… ¿Por qué no? “POR LA CALLE DEL OLVIDO…” cantaría Antonio Vega… Es la única por la que hay que ir… hasta llegar a PLAZA DE LA ESPERANZA.
Cristina López del Hierro