El pepino sobre todo es fuente de una extraordinaria hidratación, en su mayoría es agua aproximadamente un 95%, pero además es rico en vitamina E y aceite esenciales. Por todo esto resulta un buen aliado de la belleza y la piel, ayudando a mejorar el aspecto de nuestro cutis, rejuveneciéndolo de manera natural y retrasando en lo posible la aparición de arrugas.
Por otro lado al poseer muchas propiedades antigrasientas, lo convierten en un buen amigo de las pieles con acné, granitos y espinillas. Pero esto no es todo, es estupendo tenerlo en la nevera para quemaduras, heridas e irritaciones de la piel.
Mascarilla de Pepino: Necesitas ¼ de pepinos, 1 litro de aceite de oliva y un colador.
Lava bien el pepino para poder utilizarlo con su piel, córtalo en trocitos. Colócalo en la licuadora junto con el aceite. Después la mezcla colócala a hervir unos minutos. Déjalo hasta que esté tibio, cuélalo. Utiliza este aceite para tu cara y también en tu cabello antes de lavarlo. Deja que hidrate tu piel hasta que se absorba totalmente, es mejor ponértelo de noche.
Fortalecer el cabello: Pepino, zanahoria y perejil.
En licuadora si puede ser, prepara el jugo de pepino, con zanahoria y un buen puñadito de perejil. El resultado es estupendo para dar fuerza al cabello, es como un coctel de vitaminas, que te dará brillo y lo hará más dócil. Y todo esto es debido a su alto contenido en sulfuro y silicio, que ayudan a su buen crecimiento.
Rodajas en los ojos: Siempre había oído que colocando dos rodajas fresquitas sobre los ojos descansaban nuestra vista y las bolsitas producidas por el cansancio, pero además es estupendo para ojeras, orzuelos y para la conjutivitis.
Manchas en la piel: El zumo de pepino ayuda a blanquear la piel sin resecarla, así que se convierte en un consejo natural para aclarar pecas o pequeñas manchitas que van apareciendo con los años. Se pone el zumo directamente en la piel con ayuda de un algodón y listo.