Cada vez que hacemos el cambio de ropa de nuestros armarios de invierno a verano y viceversa, debemos tener precauciones para que no aparezcan las temibles polillas. Es sencillo sólo tienes que cortar la piel de un limón o de una naranja en trozos y dejarla secar. Después coloca estos pedazos por los cajones y armarios. Para los abrigos y prendas de lana puedes ponerle en los bolsillos unos clavos de especia. Conseguirás tener tu ropa y tus armarios impecables de una manera natural y además con un agradable perfume.