Un reciente estudio publicado en “European Journal of Preventive Cardiology”, aconseja que un buen descanso nocturno va asociado directamente con una mejor salud cardiovascular. Dormir siete horas diarias reduce un 65 por ciento el riesgo cardiovascular si se lleva una vida saludable.
Un sueño reparador ayuda a disminuir la presión arterial, produce una relajación muscular que afecta también a las arterias, provocando una bajada de la presión arterial entre un 10 y un 15 por ciento. Un correcto descanso nocturno, no en cantidad de horas, sino en calidad de sueño, mejora nuestra salud. Por esta razón los especialistas afirman que los periodos de sueño no reparador, pueden tener graves consecuencias para nuestra salud, entre ellas el poder desarrollar cualquier tipo de enfermedad cardiovascular. Resumiendo: el buen descanso es vida.