Las muñecas de las féminas tienen un gran atractivo, son sexys aunque estén desnudas, pero si además las embellecemos con un brazalete, una bonita pieza puede hacer maravillas como accesorio de la mujer. Hay quien prefiere llevar un montón de pulseras pequeñas, convirtiéndose en auténticas coleccionistas con adornos y pequeños charms.
Pero si hay ahora una moda clara, son los brazaletes, los anchos, los brillantes, los étnicos, los hay para todos los gustos, incluso no en una sola muñeca, puedes adornar las dos sin riesgo a excesos. Piensa simplemente en ellos como una pieza más de tu armario, como ese complemento básico del que no puedes prescindir a la hora de elegir tu vestuario. Un vestido clásico y quizá negro revestido con un brazalete brillante en plata, oro y tonalidades como el azul hielo podrán convertirte en un abrir y cerrar de ojos en una auténtica modelo.
Por Maite Matallana