Con la llegada de San Valentín parece que se activan las ganas de querer más, de estar más atent@s y de mimarnos más en ese día tan señalado del calendario, incide Gonzalo J. Sánchez, director del centro de psicología emotium. En este contexto, el experto especifica que está muy bien regalar flores y bombones, pero ¿qué hacemos el resto de los días del año, para mimar y vivir más saludablemente esa relación?
San Valentín no es un día solo, sino que hay que tener una serie de pautas para que funcione una relación a largo tiempo. Por ello, desde emotium quieren compartir diferentes consejos con los que poder “regar las semillas” de una buena relación y así poder “regalar flores” a diario en nuestra relación de pareja.
- Empecemos por el RESPETO. Sánchez hace la similitud con las flores, para tener una relación sólida. Así, incide en que primero hay que plantar la semilla del respeto, la que nos ayudará a arraigar, a echar raíces para plantar las bases de una relación más fuerte, respetando los gustos, las opiniones y las “manías” de la pareja. Y es que estar juntos no significa que a los dos nos deban apetecer y gustar las mismas cosas siempre.
- LIBERTAD en la relación. En este sentido, el director del centro incide en que “al igual que el rosal en su conjunto es hermoso, también cada rosa de forma independiente es bella. Hay que aceptar que juntos podemos estar en armonía pero que por separado podemos lucir y brillar igual de bonito sin depender de nadie. Decidimos estar juntos desde la libertad de cada uno, sabiendo que somos dos y no una sola persona, aceptando la libertad, la privacidad y la individualidad del otro.
- COMUNICACIÓN. ‘Abonar’ la relación con una buena comunicación es imprescindible. Para ello es bueno utilizar dos tipos: por un lado, practicar una buena escucha activa y para ello no solo hay que poner los oídos, si no también la mirada, el corazón y nuestra mente abiertas, libre de juicios sobre lo que no cuenta mi pareja. Por otro lado, es bueno expresar nuestras necesidades de forma asertiva y amable dejando atrás las exigencias. Decir claramente lo que se quiere.
- MIMAR LA RELACIÓN. Al igual que se da agua a nuestra siembra para que crezca, toca regar la relación con buenas porciones de cariño, gestos amables y buenas palabras, (por cada frase negativa que soltamos necesitamos unas cinco para contrarrestar el efecto nocivo que producimos). Así, tener atención hacia el otro siempre genera un ambiente más armonioso.
- DERROCHAR SENTIDO DEL HUMOR también es importante en el día a día. Y es que, como Sánchez opina “donde sobresalen las risas y las carcajadas siempre son lugares donde un@ quiere estar”.
- TIEMPO. Dar tiempo para compartir, para uno, y para el otro, para ser y para estar, tiempo para crecer y poder madurar y que así florezcan relaciones sanas.
Con estos consejos y una dosis de cariño, espacio para cada uno y para ambos, la relación funcionará casi siempre.
¡¡¡Feliz San Valentín!!!