ABDOMINOPLASTIA: TODOS LOS DETALLES DE ESTA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA

Una operación de abdominoplastia es una de las más populares dentro de las operaciones estéticas. De hecho, muchas personas, de ambos sexos y en cualquier edad, recurren a ella para sentirse más atractivos y eliminar, sin traumas, el exceso de grasa de su abdomen.

La doctora Teresa Bernabéu de Alicante, una de las más reconocidas en cuanto a este tipo de intervenciones, nos cuenta en qué consiste este tipo de operación, y, sobre todo, cuáles son sus beneficios a corto y largo plazo.

El abdomen es una de las zonas del cuerpo donde se acumula grasa con mayor facilidad. Esto, cuando existe además tendencia genética, descuido o situaciones relacionadas con desórdenes hormonales, como embarazos, puede dar como resultado que la piel de la zona del abdomen se suelte y produzca un efecto muy antiestético que, además, puede ser frustrante de combatir con dieta y deporte.

Cuando por cualquier motivo, la piel o las paredes musculares del abdomen se dilatan y ceden, la abdominoplastia es una intervención quirúrgica que consiste en despegar y resecar la piel y la grasa del abdomen mediante una incisión en el conocido como pliegue suprapúbico; es decir, que se encuentra colocado en la parte superior del pubis.

Gracias a esta operación, se puede reparar la pared muscular y eliminar el exceso de piel y grasa, obteniendo como resultado un abdomen plano y, naturalmente, una cintura más estrecha.

No obstante, y pese a que esta es una intervención sencilla y muy controlada que no suele pasar de las 2 o 3 horas, la complejidad de la operación la marcará la obesidad del propio paciente. Por otra parte, una vez finalizada la cirugía, el paciente deberá incorporar a su vida, al menos durante las siguientes 24 o 48 horas, un sistema de drenaje que termine por eliminar toda la grasa excedente.

Los beneficios de conseguir un vientre plano de una forma tan sencilla y rápida son muchos. En primer lugar, ahorra mucha frustración y trabajo relacionado con dietas, deporte y control de la alimentación. No obstante, y en ningún caso, una operación estética puede sustituir a una dieta ordenada que evite la obesidad. De hecho, la situación puede volver a ser la misma en poco tiempo dado que la intervención ayuda a eliminar el problema; pero solo se terminará si el paciente consigue controlar la situación que lo originó en u primer momento, sean los desajustes en la dieta o cualquier otra circunstancia.

En este sentido, si la persona intervenida piensa tener hijos, lo mejor es esperar al alumbramiento para proceder con la abdominoplastia. Esto quiere decir que si piensa tener varios, lo mejor es esperar porque es posible que la piel vuelva a soltarse tras un parto, pese a que ya se haya realizado la intervención. Por lo que, si se desean más hijos, lo prudente es operarse cuando ya no se vayan a tener más.

En definitiva, este tipo de operaciones de estética devuelven la confianza, seguridad y sensación de atractivo a personas que no se sienten del todo a gusto con su cuerpo.