Dice el refrán que «Más vale solo que mal acompañado» y no le falta razón. Las relaciones, ya sean de amistad o de pareja, deben ayudarnos a crecer y a sentirnos mejor. Sin embargo, no siempre funcionan así. Hay ocasiones en las que establecemos relaciones tóxicas, que tenemos que detectar para cortar por lo sano si no queremos que nuestra autoestima termine por los suelos.
Lapsicóloga Laura Palomares, directora de Avance Psicólogos, nos da las claves para saber si nos encontramos en una relación dañina, emocional y psicológicamente hablando.
En las relaciones de pareja, a veces normalizamos actitudes y reacciones que en realidad no lo son y afectan directamente a nuestra salud mental. Por eso, es muy importante saber detectar a tiempo las señales de que algo no va bien.
En una relación tóxica una o ambas partes ejercen un daño sobre la otra persona, bien de manera consciente o inconsciente y esto es precisamente lo que hace que resulta muy difícil su detección. Las consecuencias para la víctima son: baja autoestima, falta de confianza, culpabilidad y ansiedad, entre otras.
Toma nota de estas pistas o señales, que nos cuenta LauraPalomares, que indican claramente que estás ante una relación tóxica y de ser así, el siguiente paso sería tomar medidas y pedir ayuda con algún profesional de la salud mental.
- Constantes reproches si las cosas no son como él o ella espera.
- Unas veces te sube a las nubes y no hay nadie como tú y otras te baja a lo más bajo y eres lo peor. Todo ello de forma impredecible y sin que tengas control sobre ello.
- Tiene la pretensión de que adivines sus necesidades o sepas en cada momento lo que quiere y lo cumplas.
- Chantaje emocional: te hace sentir culpable si no actúas o piensas como él o ella.
- Considera que debéis estar de acuerdo en todo y pensar igual sobre cualquier aspecto.
- Muestra dependencia emocional y te acusa de que su estado de ánimo depende de si le das la suficiente atención o no.
- No respeto de los espacios del otro.
- Control sobre sus horarios, espacios, forma de vestir, etc.
- Descalificaciones, insultos…
- Te deja de hablar durante horas e incluso días cuando hay una discusión.
- Invalida tus sentimientos, quitándole importancia a lo que opinas o sientes.
- No reconoce errores y al final todo es por tu culpa.
- Resta importancia a tus logros y trata de situarse por encima.
- Hace comentarios en público infravalorando tu opinión, invalidando tus sentimientos o humillándote.