Comienza la cuenta atrás de mis vacaciones, estoy situada en la línea de meta de salida, casi casi con la puerta abierta, las maletas preparadas, el sombrero de moda y por supuesto imprescindible en cualquier equipaje, no pueden faltarte los bronceadores.
Yo ya los tengo guardados en mi cesto de playa y además no sólo llevo para mí, también para todos los míos. Por ejemplo para mi hija y mis sobrinitos, llevo un buen factor de alta protección, una leche suave, resistente a sus juegos en el agua y que evite cualquier quemadura, bueno he de confesar que llevo dos, uno en tubo y otro en spray quizá más cómodo de aplicar.
Para mí que ya llevo días bajando a la pisci, me he permitido un protector algo más bajo, pero que igualmente cuidará mi piel y la mantendrá en perfecto estado, eso sí ayudándome a pillar bronce, que no nos engañemos, es lo que más me gusta.
Y como también pienso en mi maridin, enemigo de casi todos los potingues, llevo un estupendo after-sun para aliviarle y refrescarle después de una jornada de playa jugando a las palas. Pero sin olvidar que todos ellos están recomendados por la OCU.
Por eso para no fallar, me fui a LIDL y allí encontré todos los protectores solares Classic de la marca Cien. Además de proteger frente a los rayos UVA y UVB, tienen vitamina E y son resistente al agua.
En definitiva que no me falta de nada y es que cuando fuí a por los bronces, también pille unas cuantas cositas estupendas para que mis jornadas de playa sean maravillosas, sino comprobarlo vosotras mismas. ¡Feliz Verano!
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